El impuesto de Sucesiones ha protagonizado uno de los debates más polémicos, vivos e ideológicos de esta legislatura en las Cortes de Aragón. Las fuerzas estaban divididas, y con nitidez.

Sin embargo, el actor principal de la política aragonesa, el gobierno de Aragón (PSOE-CHA) con su líder Javier Lambán a la cabeza, después de defender desde el inicio el mantenimiento actual del impuesto de Sucesiones, cambió de decisión hace pocos meses.

Un informe jurídico realizado por el propio gobierno autonómico, a raíz de una petición formal de Ciudadanos y la presión ciudadana por el impuesto, el Ejecutivo de Javier Lambán cambió de idea. El impuesto de Sucesiones debería modificarse. Y casi suprimirlo.

La línea del debate, para los partidos de centro-derecha, era la «injusticia» de un impuesto que lastraba «el ahorro de toda una vida» de miles de familias aragonesas. En el lado del PSOE se debía a otra injusticia: «Los aragoneses no pueden pagar más que el resto de españoles con el impuesto».

Principalmente, porque en otras comunidades el impuesto no existe, o es prácticamente inexistente. Y la comunidad aragonesa es, aún a día de hoy, la que más se paga por el impuesto de Sucesiones.

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Y la izquierda parlamentaria achacaba al giro del PSOE como una cesión a la derecha, y «a los más ricos de la comunidad». Éstos, que apoyaron la investidura de Javier Lambán y los últimos presupuestos autonómicos, decidieron romper casi todos los puentes con el PSOE. Lo consideraban una «traición».

¿QUÉ SE MODIFICA?

La nueva ley de reforma del impuesto de Sucesiones, ratificada en su totalidad por el Consejo de Gobierno tras el acuerdo con Ciudadanos, elevará las herencias exentas desde 150.000 euros actuales a 500.000.

Y todo esto sin tener en cuenta además el patrimonio previo de quien hereda cuando hasta ahora no podía exceder de 402.678 euros, de forma que no pagará este impuesto el 99,3 % de los aragoneses.

Según los datos del Gobierno de Aragón, únicamente se beneficiarán de la modificación 1.237 personas con herencias entre familiares directos entre 150.000 y 500.000, dado que ya no pagan el impuesto quienes reciben hasta 150.000 euros (23.439 personas), de forma que se estima un ingreso -en el próximo año- de unos 30 millones de euros. Concretamente, 167 contribuyentes -según la estimación de la DGA-.

EL ÚLTIMO PASO

Durante el debate parlamentario en el día de hoy, en las Cortes de Aragón, las fuerzas políticas han mantenido un debate puramente ideológico. El Partido Socialista, como principal proponente de la reforma de la ley, ha sacado adelante su aprobación con el apoyo del Partido Popular, Partido Aragonés y Ciudadanos.

Y con el rechazo cerrado de las fuerzas de la izquierda del parlamento: Podemos, Chunta Aragonesista e Izquierda Unida.

El Consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, ha defendido el proyecto de ley por ser «una reforma que actúa sobre las bases imponibles, se mantiene la progresividad y se sigue apostando por la armonización fiscal».


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E incluso ha avanzado que, según las previsiones de ingresos de la DGA, se recaudarán hasta 30 millones por el cobro del impuesto de Sucesiones.

«Ha pactado con la derecha. Es una reforma de clase. Elevar la exención hasta los 500.000 euros es una cuestión de clase. Le está haciendo el juego a la derecha», ha criticado con dureza la diputada de Izquierda Unida, Patricia Luquin.

En el debate parlamentario, el diputado de Chunta Aragonesista, Gregorio Briz, ha calificado el impuesto de Sucesiones como «justo». Y, por tanto, «no se debe permitir su supresión».

Desde Ciudadanos, Javier Martínez, ha explicado que el inicio de la reforma nació de la formación naranja porque «nos habíamos cansado de argumentar todas las posibilidades para llegar a acuerdos, y por eso pedimos el informe jurídico y fiscal sobre la incidencia del impuesto en Aragón».

Junto a ello, Martínez ha reclamado: «¿Creen que es normal que paguen unos pocos aragoneses para devolver la deuda de todos? No es justo».

Elena Allué, diputada del PAR, ha incidido en los dos años «complejos» de debate político, los cuales han servido para «defender unas ideas con la ideología del PAR«.

En el lado de la izquierda, el partido morado ha criticado la posición adoptada por el PSOE de Javier Lambán.

En Aragón «todavía hay alumnos que dan clases en barracones, y sin embargo el PSOE tiene otras prioridades como hacer regalos a los ricos con la reforma del impuesto«, ha dicho el diputado Hector Vicente.

Por parte del PP, Antonio Suárez, ha apoyado la reforma del impuesto con cautela. Según los populares, la reforma situará a al comunidad aragonesa de la que más recauda en Sucesiones a ser la tercera del conjunto del país.