El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha lamentado hoy la fascinación que los nacionalismos «irredentos, reaccionarios e inspirados por burguesías absolutamente rapaces que han esquilmado al país» ejercen en la izquierda y en parte de su partido, una de las tres «graves anomalías» que aqueja a su juicio a la política española actual.

Lambán ha comparecido este lunes, a petición propia en el pleno de las Cortes, el primero de este 2020, para explicar la situación política en España tras la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

Una comparecencia en la que ha tildado también de «anomalía» que su partido, para evitar la convocatoria de nuevas elecciones, haya recurrido al apoyo, «por activa o por pasiva», de independentistas y nacionalistas que tienen encarcelados a sus líderes políticos «por la comisión de delitos de sedición y malversación de fondos».


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Pero también se ha quejado Lambán de la «imposibilidad demostrada» de que las fuerzas constitucionalistas se pongan de acuerdo para afrontar cuestiones como la situación ce Cataluña o las grandes reformas que necesita el país y que requieren «grandes acuerdos» y dejar atrás «viejos prejuicios», para lo que ha apelado directamente al PP dado que en tanto en cuanto más se involucre en la gobernabilidad de España «menos relevancia tendrán los nacionalistas irredentos».

El presidente Lambán se ha mostrado pesimista en estas circunstancias sobre el presente de España y ha mostrado su esperanza en que «todos» varíen la visión para enfocar el futuro en la buena dirección y mientras desde Aragón se gobierna de acuerdo a la Constitución y al Estatuto de Autonomía.

Lambán ha valorado el desbloqueo de la política española con la configuración de un gobierno de coalición comprometido con la lucha por la desigualdad y con el que Aragón quiere mantener una relación basada en la «lealtad recíproca» como «exige» el Estatuto de Autonomía y en el que incide el acuerdo de gobernabilidad firmado en la Comunidad.

EL PAPEL DE ARAGÓN

«Aragón no generará tensiones territoriales ni echará un pulso al Estado pero ejercerá la firmeza en la defensa del interés de los aragoneses y en la exigencia del trato justo que merece», ha enfatizado Lambán, quien exigirá también el cumplimiento del Estatuto de Autonomía y por el que reclamará la reforma «urgente» del sistema de financiación autonómica y las 22 competencias pendientes de transferir.

También que se firme el acuerdo bilateral económico financiero, el pago de la deuda histórica y las inversiones del Estado en la Comunidad a través de la citada comisión y la reunión de la bilateral Aragón Estado.

De hecho, ha apuntado que ya trabaja con el Gobierno central para establecer la agenda aragonesa para los próximos cuatro años y la convocatoria de ambas comisiones.


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El Gobierno de Aragón, en su relación con el nuevo Ejecutivo central, pedirá también el cumplimiento de la Constitución «con contundencia» y también tratará de evitar que la Comunidad se vea envuelta en ninguna dinámica «frentista» que pueda «malograr» sus posibilidades como proyecto común.