La ciudad de Zaragoza tiene el orgullo de poseer los títulos honoríficos de Muy Noble, Muy Leal, Muy Heroica, Siempre Heroica, Muy Benéfica e Inmortal.

Todos ellos son títulos que aparecen en su escudo. Y que relucen la valía de una ciudad que ha sabido recuperarse de distintos conflictos y situaciones sociales en los últimos doscientos años.

‘SIEMPRE HEROICA’

El titulo de ‘Siempre heroica’ nace del alzamiento del pueblo zaragozano frente a la invasión del Ejército carlista, que tuvo lugar en la capital maña el 5 de marzo de 1838.

Unos 2.000 soldados del bando carlista dirigidos por el general Juan Cabañero y Esponera, accedieron de madrugada sigilosamente al interior de la ciudad de Zaragoza a través de la Puerta del Carmen y la Puerta Santa Engracia.

El objetivo de las tropas era hacerse con esta plaza debido a su posición estratégica, entre Cataluña y el País Vasco, que le permitía a los carlistas tener una conexión directa entre el territorio vasco y el catalán.


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Los vivas a Carlos V, a la Inquisición y a Cabañero sobresaltaron a los zaragozanos, que pronto se echaron a la calle para dar la voz de alarma entre los vecinos.

Los soldados consiguieron entrar en Zaragoza pero no lograron hacerse con la ciudad debido a la rápida y eficaz defensa que los zaragozanos realizaron armados con cuchillos, aperos del campo o armas de caza.

A su vez, las mujeres lanzaban desde las ventanas muebles, aceite y agua hirviendo, ofensiva que hizo que el ejército carlista se replegara y terminara por huir de la ciudad.

El Diario Constitucional de Zaragoza en su edición del 11 de maro de 1838 citaba que «de cada balcón se precipitaban cuantos muebles y efectos podían causar daño a los agresores; más allá sería una lluvia de tejas y cacharros que sepultaba a los fugitivos que se encontraban interceptando el paso con muebles y colchones a cuyo abrigo se les hacían horribles descargas».


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Tras la resistencia zaragozana, la regente María Cristina, en nombre de su hija Isabel II, honró a la ciudad con la concesión del título de «Siempre Heroica», que se sumaba a los de «Muy Noble», «Muy Leal» y «Muy Heroica» que Zaragoza recibió por su resistencia en Los Sitios (1808-1809).

Además, se autorizó el uso de la orla de laurel en el escudo de armas de la ciudad.