El Ayuntamiento de Teruel congelará las tasas en 2019 por cuarto año consecutivo y bajará el Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI), tal y como había propuesto el equipo de gobierno del PP y se ha aprobado en la comisión informativa municipal de Economía y Hacienda.

Con esta propuesta, y tras la gestión financiera aplicada durante años desde el consistorio popular, Teruel es el municipio aragonés con la presión fiscal más baja.

En la comisión celebrada a última hora de ayer no salieron adelante las propuestas presentadas por los partidos de la oposición ya que, según explicaba a los medios la concejal de Hacienda, Rocío Feliz de Vargas, proponían incrementar algunas tasas, lo que iba en contra del criterio general del equipo de gobierno.


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La política del consistorio de Teruel, ha defendido la edil, es «no subir la presión fiscal de los turolenses» algo que, ha dicho, han conseguido «en la medida de lo posible» al contar con ingresos por otras vías que no fueran la impositiva o de las tasas.

Ha recordado también que se han modificado algunas tasas por «cuestiones técnicas» y otras como la de deportes ya se cambió antes de su entrada en vigor el pasado mes de septiembre para bonificar determinadas tarifas.