Hace pocos días, Albert Rivera no dudó en defender la supresión del impuesto de Sucesiones. Y lo hizo en Aragón, la comunidad donde más se paga por heredar tras la reducción -casi absoluta- del impuesto en comunidades como Asturias o Extremadura.

Y ahora, da un giro de 180 grados. El partido naranja apuesta en la comunidad de Madrid -donde es prácticamente residual- «armonizar» el impuesto que grava las herencias en el conjunto de España.

UNA DECISIÓN ‘VELETA’

En un desayuno informativo organizado por el Heraldo de Aragón, Rivera abogó por suprimir el impuesto de Sucesiones por ser «obsoleto». Y lo hacía sin tapujos: «El impuesto de Sucesiones es obsoleto. Hay que suprimirlo».


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E incluso, ante más de 100 personas, se comprometió a exigir la supresión del impuesto ante el presidente de Aragón, Javier Lambán, en una reunión posterior.

Sin embargo, la promesa esgrimida por el líder de Ciudadanos se ha descafeinado. Según informa El Confidencial, el partido naranja ha abierto una ‘guerra’ política con el Gobierno de Cristina Cifuentes en la comunidad madrileña por su intención de mantener el impuesto de Sucesiones.

Ciudadanos propone armonizar el tributo que grava las herencias con un «mínimo exento elevado y tipos que irían en función del grado de parentesco». Es decir, el partido de Albert Rivera propone acabar con la política de exención total que han diseñado algunos gobiernos autonómicos en los últimos meses.