El partido político VOX insiste en su crítica al manifiesto del 8 de marzo (8M), Día Internacional de la Mujer, por concernir unos principios que denostan a la mujer. El texto fue suscrito por todas las fuerzas políticas, tanto de izquierda a derecha a excepción de VOX.

Así lo ha remarcado el portavoz de VOX en las Cortes de Aragón, David Arranz, que ha declarado los motivos por los que no están conformes con «un texto ideologizado que no busca el consenso».


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Por ello acusa al resto de partidos de hacer un seguidismo a Podemos porque «VOX no tiene complejos por coherencia. Lo firman el resto de grupos políticos porque las tragaderas son enormes, especialmente Ciudadanos y el Partido Popular«, ha sentenciado.

Y ha insistido en su alocución que el texto de apoyo al 8M «instrumentaliza a la mujer, está impregnado de ideología de género del feminismo radical totalitario. El patriarcado o el heteropatriarcado es una excusa más porque las mujeres pueden elegir libremente su camino».

Arranz considera que se debe afrontar los problemas reales de las mujeres con otro tipo de propuestas como la conciliación laboral y familiar, la cuestión de maternidad con el empleo, entre otros. A preguntas de los periodistas, ha reconocido que la manifestación del 8M, junto al manifiesto suscrito por el resto de partido, emana del «lobby feminista de extrema izquierda que busca un clientelismo subvencionado».

Por otro lado, entiende el portavoz de VOX que los promotores de la manifestación del 8M deberían «pedir los derechos de las mujeres en la embajada de Irán o en la embajada de esos países africanos donde lapidan mujeres»

«EL FEMINISMO NO ES PEYORATIVO»

La posición de VOX ha tenido una rápida contestación por parte del Partido Socialista, en palabras del diputado autonómico, Dario Villagrasa. El parlamentario ha criticado que las declaraciones del diputado David Arranz son «hirientes» respecto a la legalidad vigente. Es más, ha entendido que VOX «utiliza la Constitución para transgredir».


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La apuesta del PSOE respecto al día 8M, y por tanto sobre el manifiesto suscrito por todos los grupos menos VOX, es un compromiso por la justicia social que tendrá una respuesta contundente «a las falsedades» de VOX tanto en las instituciones como en la calle.