El actor Willy Toledo se sentará en el banquillo de los acusados el próximo lunes, 17 de febrero. El juicio llega después de que la Asociación de Abogados Cristianos interpusiera una querella contra el actor por unos mensajes que Willy Toledo publicó en Facebook entre los años 2015 y 2017.


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Está acusado de un delito contra la libertad de conciencia y de ofensa a los sentimientos religiosos y otro delito de obstrucción a la justicia.

El actor insultó a Dios y a la Virgen del Pilar con varios comentarios vertidos en la conocida red social, por lo que la asociación pide para él una multa de 22 meses. Sin embargo, la Fiscalía y la defensa de Toledo exigen su absolución ya que consideran que se enmarcan en el derecho a la libertad de expresión.

«Me cago en la Fiesta Nacional. Me cago en la Virgen del Pilar y en todo lo que se menea. Mucho que defecar«, dijo Willy Toledo, entre otras frases del mismo estilo.

Por su parte, la Fiscalía y su defensa piden su absolución por estos hechos, al situarlos en el marco de la libertad de expresión.

«Nos encontramos ante expresiones que, si bien pueden resultar malsonantes, incluso ofender a algunas personas, están amparadas por la libertad de expresión, máxime en el contexto de crítica política en el que son pronunciadas. Si todas las expresiones que ofenden a alguien fueran constitutivas de delito, habría más personas dentro de las prisiones que fuera», apunta el abogado de Willy Toledo, Endika Zulueta.

El abogado también ha reivindicado la despenalización del delito contra los sentimientos religiosos y ha criticado la postura de la asociación de Abogados Cristianos.


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Durante la fase de instrucción, Willy Toledo fue llamado a declarar en tres ocasiones. No obstante, el actor no acudió a las dos primeras citaciones por considerar que no había cometido “delito alguno” sino que había “ejercido su libertad de expresión”. De resultas de esto, el pasado 12 de septiembre fue detenido por la Policía para garantizar su comparecencia en los Juzgados.

El juez del juzgado número 11 de Madrid concluyó en su auto, publicado el 26 de septiembre, que los hechos objeto de instrucción podrían ser “constitutivos de un delito contra los sentimientos religiosos”, haciendo alusión al artículo 525 del Código Penal. El juicio se celebrará a las 11.30 horas en el juzgado de lo Penal número 26 de Madrid.