La crisis sanitaria por el coronavirus que vive todo el país promueve una serie de medidas drásticas en la ciudad de Zaragoza para garantizar un aislamiento social efectivo y la mejor limpieza posibles de los servicios públicos.

La pandemia se extiende cada día más por el crecimiento del número de contagios lo que hace que el Ayuntamiento de la ciudad tome medidas inusuales.


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Durante la mañana de hoy, en una rueda de prensa de la consejera de Servicios Públicos y Movilidad, Natalia Chueca, se ha avanzado varias medidas adoptadas por el Ayuntamiento para frenar el coronavirus. El objetivo esencial, en palabras de Chueca, es acotar la crisis sanitaria con el consejo de que, si se puede, toda la ciudad se quede en casa. Las medidas se mantendrán hasta el 31 de marzo.

«Los desplazamientos tienen que reducirse a los mínimos posibles: para ir a trabajar o para abastecimientos esenciales. Depende de la responsabilidad de cada uno», ha dicho Chueca.

La consejera ha insistido en reiteradas ocasiones en desaconsejar el uso del transporte público, especialmente para mayores y enfermos crónicos. Es por eso que ante este consejo, desde el área de Movilidad han propuesto varias alternativas aunque han explicado que lo más seguro será ir caminando todo lo que se pueda, lo que una ciudad compacta como Zaragoza posibilita.

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El Ayuntamiento, para favorecer que los vecinos de la ciudad tengan garantizada la limpieza de las calles como mejor opción para desplazarse, ha establecido una limpieza exhaustiva por parte de las brigadas municipales de las calles con hipoclorito sódico, el producto químico más desinfectante. Se realiza desde el día de hoy con las baldeadoras del Ayuntamiento.

En el caso de que sea indispensable usar el autobús o el tranvía, ambos transportes desaconsejados por el Ayuntamiento, se han aplicado una serie de medidas para que en el transporte público se mantenga el distanciamiento social así como la limpieza exhaustiva.


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La consejera ha reconocido que no ha pensado en suspender el transporte público, como sí ha hecho Valladolid, pero ha dejado la puerta abierta a cualquier decisión en un futuro, en función de como avance la propagación del virus. En cuanto al autobús, los conductores están protegidos con mamparas y tienen a su disposición alcohol en monodosis para que puedan desinfectarse las manos.

Todos los autobuses son desinfectados cada día, ha explicado. Por otro lado, como medida añadida en las decisiones de su área durante el día de hoy, los conductores de autobús no podrán cobrar con efectivo. De esta manera se limita al máximo el contacto físico del usuario con el conductor.

En palabras de Chueca, el número de viajeros ha descendido en los últimos días hasta un 20% por la sensibilidad social que vive la ciudad. Y según sus predicciones, junto con las de la empresa concesionaria AVANZA, la caída del uso del autobús urbano bajará hasta el 60%.

En el caso del tranvía, se ha iniciado una apertura automática de las puertas para no tener que utilizar el pulsador como hasta entonces. Es otra medida encaminada a frenar el contacto lo máximo posible.


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Por otro lado, los taxis de la ciudad han habilitado una tarifa plana de 1 euro para cualquier desplazamiento indispensable para las personas de edad avanzada, siempre que sea a hospitales, ambulatorios o farmacias. Es una medida que busca aislar socialmente a los mayores al fin de evitar que usen el transporte público donde podrían contagiarse con más facilidad.

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