Zaragoza ha dado luz verde a la inversión millonaria para instalar un hospital privado promovido por un grupo hospitalario, donde hay hasta tres promotores interesados, en un momento de debilidad sanitaria por la pandemia del coronavirus.

Por ello, los 16 concejales de PP, Cs y VOX en el Ayuntamiento de Zaragoza han ratificado en Pleno la modificación aislada del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que permitirá licitar un nuevo hospital privado en la ciudad ante las críticas de los grupos de la izquierda, que aducen que «no hace falta».


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Se trata de una parcela pública de 26.500 metros cuadrados ubicada en la prolongación de la Avenida de Gómez Laguna, con la que el Consistorio pretende ingresar 15 millones de euros e impulsar un proyecto que supondría una inversión de unos 100 millones y la creación de 500 nuevas camas hospitalarias en la ciudad, mil empleos directos y otros 800 indirectos.

Así lo ha mantenido el consejero municipal de Urbanismo, Víctor Serrano, quien ha defendido la «capacidad de anticiparse» y que Zaragoza se convierta en la primera ciudad europea que proponga inversiones en materia sanitaria tras la pandemia de COVID-19.

En este sentido, ha lamentado que ningún grupo municipal haya discutido las aspectos técnicos del expediente y que los argumentos se centren en «fetiches ideológicos» y «mantras» a su juicio superados, y ha recalcado que si eran necesarios para Aragón proyectos como la instalación de Amazon o Bonarea también lo es este hospital privado.

Más que defender lo público, defienden «a su público», ha manifestado Serrano, que se ha mostrado especialmente crítico con el PSOE, al que no le acepta el discurso de confrontación entre lo público y lo privado cuando es responsable del «95 por ciento» de las recalificaciones de la ciudad.

«No estamos creando ni destruyendo nada», ha insistido tras defender la ubicación del futuro centro hospitalario por su proximidad a la línea 1 de tranvía, la Autovía Mudéjar, las urbanizaciones de Montecanal, Valdespartera o Soto del Canal, además de la creación de un nuevo espacio verde en la zona.

Asimismo, ha recalcado que el equipo de gobierno municipal «privilegiará» la sanidad pública si la DGA le solicita suelos.

LA IZQUIERDA, EN CONTRA

El concejal socialista Horacio Royo ha vuelto a relacionar el proyecto con el «cuento de la lechera» y ha acusado al Gobierno PP-Cs de vender «puro humo» cuando todavía no se conoce cómo ni cuándo se va a materializar la venta de suelo.

«Han optado por vender las joyas de la abuela y salir corriendo con el ticket», ha denunciado Royo, a lo que ha añadido que el consejero Serrano no es más que un relaciones públicas con «formas exquisitas» en un Área de Urbanismo que realmente es «el jardín privado del alcalde».

Desde ZEC, Pedro Santisteve ha expresado su «pena» por que la pandemia no haya hecho cambiar el análisis en la derecha, a la que ha acusado de venir a las instituciones «para gestionar intereses privados».

El portavoz de Podemos-Equo, Fernando Rivarés, ha advertido de posibles «pleitos» ante un procedimiento que no es «todo lo correcto que debería».

Por otro lado, el portavoz de VOX, Julio Calvo, ha declarado que no entiende el rechazo al proyecto cuando la conclusión unánime en la Comisión por el Futuro de Zaragoza, que su grupo ha abandonado, era la de generar actividad económica y puestos de trabajo en la capital aragonesa, algo que en su opinión encaja con un nuevo hospital que «en ningún momento limita ni compite» con la sanidad pública.

En el otro lado de la arena política, desde el parlamento aragonés, el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha manifestado su negativa a la construcción de un hospital privado en suelo de la ciudad de Zaragoza porque desde el punto de vista del interés general, «no es necesario». Sin embargo, ha añadido que respeta tanto la iniciativa privada como la autonomía municipal.