(Romance)

Qué fácil que el jefe diga,

lo que tienes que hacer; 

ni se piensa ni medita,

se hace a la de una, dos y tres.


Publicidad



Publicidad


Pero a la pregunta del millón

de a dónde quieres que vaya, 

si por Zaragoza o Aragón,

haz lo que te dé la gana,

te contestó tu buen patrón.

Margarita en mano

deshojando vas Azcón,

desde que estaba Mariano

sin encontrar la solución…

Zaragoza, Aragón, 

Zaragoza, Aragón…

Mientras, en calle Ponzano

una respuesta quieren ya,

quién será el alcalde maño,

quién luchará contra Lambán.

Pues queda menos de un año

y una u otro habrá que buscar 

para ser alcalde urbano

o gobernar la Degeá.


Publicidad


Y sigues, la margarita 

deshojando, querido Azcón,

El dilema no termina.

Ay, alcalde, ¡cuánta presión!…

Zaragoza, Aragón, 

Zaragoza, Aragón…

Y Lamban, atento al tema

un puro se fuma y observa:

Si como alcalde te quedas

lo sentiré por la Ranera,

ya lo dicen las encuestas

que allí no hay manera,

que ganará la derecha

haga sol, cierzo o llueva

Es para ti muy tentador 

jugar a caballo ganador. 

¿Repetir en el consistorio?

Margarita, dile que no…

Qué más querría Lambán

que Azcón allí te quedases,

que ese fuese tu afán

y el Pignatelli no luchases.

¿Qué más necesitas saber,

alcalde, para decidir?

Lo que no conviene a Lambán 

es lo que te conviene a ti.

Y es que bien sabemos todos

cuál ha de ser la decisión,

lo diga o no la margarita,

te lo decimos los de Aragón:

No seas tan segurola

y sal a ganar la región.

Si decides lo contrario

un mensaje nos darías:

No me atrevo con Lambán,

la batalla está perdida,

espérenme cuatro años más,

que arriesgue otro esa partida.


Publicidad



Publicidad


Si eso Azcón nos dijeras

tu tumba habrías cavado,

por mucho alcalde que fueras

ya estarías destronado.

Serías jefe en tu partido,

pero un lider caducado.

No nos puedes decir eso,

al Pignatelli has de marchar.

Hay que intentar como sea

al cuatripartito echar ya.

Que solo nos venden motos

mientras sube la luz y el gas

y nos ahogan a impuestos

y más filas en sanidad.

Así que no lo pienses más,

sal y muestra lo que vales.

Como diría Fran Escribá:

Azcón, calienta que sales.