¿Antes eras libre? La cuarentena le ha dado a muchas personas la vida que siempre habían soñado: estar todo el día en casa, dormir todo lo que puedas, estar en el sofá todo lo quieras, ver la televisión todo el día. En definitiva, no hacer nada.

En los primeros días había un sentimiento muy común entre el 90% de la población… ¡vacaciones! Sinceramente, ¿no crees que cuando ese es tu día perfecto algo está fallando?


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Cuando los trabajadores están felices porque no tienen que ir a trabajar, algo esta fallando. Cuando todos los estudiantes están felices porque no tienen que ir a la universidad, algo esta fallando. ¿Ahora estamos en la cárcel? Parece como si antes fuéramos todos libres y ahora se nos haya privado, de repente, de esa libertad.

Pero, ¿eras libre antes de estar encarcelado en tu casa por dos meses? Si lo eras, ¿por qué te quejabas de sentirte esclavo de tu trabajo o vida cotidiana? La cárcel es tu mente.

Estas en casa con agua, comida, electricidad, internet, puedes pedir que te traigan cualquier cosa a domicilio, con tu familia, ¿de verdad crees que estás en una cárcel? ¿De verdad no ves las oportunidades que te acaba de regalar el mundo?

Tu solo te has esclavizado, y no ha sido en este mes, eres esclavo de tu pasado, de ese deseo de ser aceptado, de trabajar más horas para comprarte un nuevo coche y una casa más grande, de hacer lo que otros quieren para ti en vez lo que tu deseas.

Esa es la verdadera prisión y escapar de ella es mucho más difícil que escapar de Alcatraz. ¿A qué esperas para despertar, desatar tu potencial, aprovechar las oportunidades y dejar de malgastar el tiempo?


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No estás encarcelado, no eres el ombligo del mundo y no es un castigo divino contra ti. Todo el mundo esta igual, solo depende de ti que esta cuarentena.

En definitiva, si no sales de la cuarentena con una nueva habilidad, más en forma y con más conocimiento que antes, nunca te faltó tiempo, solo disciplina.

*Miguel Quilez