José Luis Jiménez, PhD del MIT, profesor de la Universidad de Colorado y zaragozano, fue uno de los 36 científicos que el año pasado le advirtieron a la OMS que el COVID-19 se transmitía por el aire y que era necesario tener espacios ventilados.


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Aunque en principio no los escucharon, el tiempo les ha acabado dando la razón. La epidemiología responsable del COVID de la Organización Mundial de la Salud, María Van Kerkhove, ha dicho hace unos días que el coronavirus se transmite por el aire a través de gotículas y aerosoles.

El 1 de diciembre de 2020 mantuvimos una reunión de trabajo la Consejería de Economía del Ayuntamiento de Zaragoza con el sector de la hostelería y nos comprometimos a encargar un informe científico riguroso que estudiase cuales son las condiciones de máxima seguridad para clientes y trabajadores del sector de la hostelería.

Desde el Ayuntamiento siempre hemos defendido que se puede luchar por salvar vidas de personas y de empresas al mismo tiempo, que son dos líneas de trabajo compatibles y que las crisis económicas también matan. Por esa razón encargamos al equipo liderado por Javier Ballester, Catedrático de Mecánica de Fluidos de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza un informe sobre la calidad del aire en establecimientos de hostelería, con el objetivo de ayudarles a que se reincorporen cuanto antes a la actividad económica plena.

Este estudio ha llegado a unas conclusiones que ayer, 9 de marzo, presentamos en el Ayuntamiento:

1. Las medidas tomadas por la administración para cerrar la hostelería carecen de base científica.

2. Las medidas por las que se rigen actualmente las aperturas, basadas únicamente en porcentaje de aforos, no tienen rigor científico.

3. Hay que cambiar el criterio de los aforos por el de calidad del aire. La OMS ha declarado ya que los aerosoles son muy relevantes en la propagación de enfermedades, ya no hay excusa. Evidentemente el uso de mascarillas y la distancia social son imprescindibles también.

4. La calidad del aire es un parámetro esencial para el sector, no solo en tiempos de pandemia sino para siempre y debería incorporarse en los requisitos para futuras aperturas. Así como tuvimos que entender que fumar en establecimientos cerrados, conducir motos sin casco o coches sin cinturón de seguridad ponía en peligro nuestra salud, debemos entender que la calidad del aire que respiramos en espacios cerrados impacta directamente en quienes respiran ese aire.

«Cerrar la hostelería carece de base científica. Hay que cambiar el criterio de los aforos por el de calidad del aire»

5. Los establecimientos hosteleros son heterogéneos, no hay dos iguales. No pasa como en el transporte público o como en los colegios más fáciles de estandarizar. Hay que tener muy en cuenta las distintas capacidades de renovación del aire en cada local siendo necesario en cada caso y de forma individualizada:

6. Realizar una consultoría para cada local que estudie la capacidad de renovación del aire.

7. La instalación de los aparatos de medición o de extracción de aire oportunos. En muchos casos no requiere de grandes inversiones, pero hay que garantizar que si los empresarios las realizan no les van a volver a cerrar, ni a restringir los horarios de apertura.

8. Cada local requiere monitorización en tiempo real con acciones reactivas, previamente reguladas como se ha hecho ya en otras comunidades autónomas.

9. Es necesario un mantenimiento adecuado de los aparatos, con inspecciones periódicas por parte de la administración pública competente.

Por lo tanto consideramos urgente que el Gobierno de Aragón regule las condiciones de calidad de aire que deben tener los establecimientos hosteleros, que incorpore este parámetro a los requisitos de futuras aperturas, que realice inspecciones periódicas a las instalaciones y garantice que con este sistema implementado, con este Pasaporte CO2 Covid, no se obligará a cerrar, ni a restringir el horario de apertura de ningún negocio porque están garantizadas las máximas condiciones de seguridad para trabajadores y clientes.


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Los empresarios necesitan seguridad jurídica antes de acometer inversiones, no puede volver a pasar como con la ley del tabaco o como los continuos cambios que hemos sufrido durante la pandemia. En Baleares ya fueron capaces de regular la concentración de CO2.

Invitamos al gobierno de Aragón a que estudie impulsar un Pasaporte CO2 Covid para la hostelería. En el momento en el que se fijaron las normas de restricción no se tenía la información de la que disponemos ahora, recordemos que la pandemia no tiene precedentes. No es momento de actuar con intereses partidistas, sino de unirse con un objetivo común: salir de esta situación cuanto antes. Los políticos nos podemos poner de acuerdo para avanzar por el bien común, para eso nos han votado.

«Con este Pasaporte CO2 Covid, no se obligará a cerrar, ni a restringir el horario de apertura de ningún negocio»

La propia OMS se va adaptando a las necesidades del momento y a los conocimientos que vamos teniendo para hacer recomendaciones que salven vidas. No eran partidarios de las mascarillas en un primer momento, luego rectificaron.

No reconocían la transmisión del virus por el aire, volvieron a rectificar. Sabemos que España obedece ciegamente las recomendaciones de la OMS en ocasiones frente a las de sus propios científicos, nadie es profeta en su tierra.

Es lógico que el Gobierno de Aragón aprobase las medidas restrictivas que aprobó con los datos que tenía, ahora es otro momento. Hemos avanzado, tenemos el reconocimiento de la OMS de que el virus se transmite por el aire y el estudio de UNIZAR realizado en locales de nuestra ciudad.

Los científicos ya han hablado, y cuando los políticos escuchan a los científicos todos ganamos.

*Carmen Herrarte Cajal es Consejera de Economía, Innovación y Empleo del Ayuntamiento de Zaragoza