Invertir en Aragón, lanzar una pequeña empresa, materializar una explotación ganadera en el medio rural o relacionarse con la administración en contratos, subvenciones, becas u otros derechos, a partir de ahora será más ágil gracias a la ley de simplificación administrativa recién aprobada en nuestro parlamento.


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Hace un mes las Cortes de Aragón ratificamos, con un amplio acuerdo, la ley de simplificación administrativa. Un texto normativo que sitúa a Aragón como una de las comunidades autónomas pioneras en la mejorara de los procesos administrativos para reducir las cargas burocráticas al administrado. Lejos de algunos planteamientos, observados desde un prisma negativo, esta ley, gracias al liderazgo de la administración y el profesional trabajo de los y las empleadas públicas, generará importantes beneficios en la gestión pública al administrado.

Cuando nos referimos al administrado, hablamos de los ciudadanos y del conjunto del tejido económico y social de la comunidad autónoma. De implementar con éxito esta ley, desde la gestión de subvenciones, contratos con la administración, la realización de cualquier trámite, el fomento de las energías renovables, o la instalación de empresas en nuestros pueblos y ciudades, se verá enormemente beneficiada.

Gracias a establecer legalmente y a mejorar, con todas las garantías jurídicas, nuevas herramientas como el silencio administrativo positivo, la declaración responsable o el papel colaborador de las entidades de certificación, se conseguirán reducir considerablemente los plazos en nuestra la relación con la administración.


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Todo ello, sin perjuicio de la capacidad de inspección, requerimiento de documentación, y sanción, que la Administración mantiene y refuerza para modernizarse, avanzando como una entidad puntera, eficaz y promotora de oportunidades al conjunto de la ciudadanía y del territorio.

En opinión de este diputado, la norma recién aprobada es suficientemente nítida para desterrar los viejos prejuicios sobre la lentitud de la administración desde un extremo o la falta de control que se achaca desde el otro. Esta ley genera nuevos instrumentos que, basados en la responsabilidad, la confianza y el cumplimiento escrupuloso de todos los requisitos legales podrá disminuir los plazos, desatascar los históricos cuellos de botella administrativos, y, por tanto, situar a Aragón como una tierra de oportunidades, de captación de inversiones y de buena gestión pública de cara a sus ciudadanos.

«Un texto normativo que sitúa a Aragón como una de las comunidades autónomas pioneras en la mejorara de los procesos administrativos para reducir las cargas burocráticas al administrado»

Incluso no creo que me equivoco si digo, desde una perspectiva progresista y profundamente socialdemócrata, que esta ley beneficia al conjunto de la ciudadanía y de forma importante a las personas humildes, pequeños inversores, pymes y autónomos.

Una gran empresa o multinacional, podrá disponer de los gabinetes legales y de los recursos necesarios para aguantar sin grandes perjuicios varios años los trámites de la administración. En cambio, una pequeña fábrica, una explotación ganadera en el medio rural, o una microempresa precisan mayor agilidad administrativa para poder ser competitivos.

Este texto normativo da respuesta a ello, con todas las garantías, además de cumplir una de las demandas más históricas de nuestra Comunidad Autónoma: la simplificación administrativa, y contenida en la Estrategia para la Recuperación Social y Económica pactada en verano de 2021 por la práctica totalidad de las fuerzas políticas y los agentes sociales.

Aragón es una tierra de enormes oportunidades, y más allá de los importantes proyectos tractores de Bonarea en Épila, Amazon, las energías renovables o la logística, esta ley facilitará la atracción de inversiones desde otros puntos de España.

Nuestro medio rural va a disponer de mayores herramientas para generar dinamismo económico y combatir la despoblación. Nuestras ciudades y sus zonas industriales podrán situarse como punteras en el conjunto del Estado. Aragón puede marcar un hito en nuestro país gracias a este texto legislativo liderado por el Presidente Lambán y coordinado con todos y cada uno de los departamentos del Gobierno, para convertir esos históricos anhelos en una realidad publicada en el Boletín Oficial de Aragón.

Concluiré con una reflexión nada desdeñable. En estos momentos, el conjunto de los representantes públicos y la sociedad estamos pendientes de la evolución de la pandemia covid-19 y todos sus efectos, pero de forma simultánea, hemos legislado en el parlamento una ley que está llamada a modernizar la relación y el papel de la administración, un hecho que ojalá nos permita, cuando pasen los años, a echar la vista atrás y observar que aquella mañana de un jueves de febrero de 2021 el poder legislativo aragonés demostramos, una vez más, nuestra utilidad de cara a la sociedad, y que la Ley de Simplificación administrativa marcó un antes y un después en Aragón.

*Darío Villagrasa Villagrasa es Diputado del PSOE en las Cortes de Aragón