El comercio juega un papel fundamental en las ciudades para mantener la actividad empresarial en base a los pequeños negocios. Son los pequeños comercios de la ciudad los que hacen que estas sean más compactas y sostenibles, mejoran la cohesión social y revitalizan espacios públicos.

Por ello la agrupación de comercios en determinadas zonas de las tres capitales aragonesas ha provocado, a lo largo de los últimos años, la aparición de modelos asociativos con la intención de dinamizar o promocionar esos entornos urbanos comerciales.


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Pero este modelo de agrupaciones de empresarios o asociaciones de comerciantes ha sido ineficaz para afrontar con éxito los nuevos retos en un marco de competencia totalmente diferente al de hace una década.

En el año 2010, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo creó un grupo de expertos con el fin de estudiar, analizar y crear programas para la dinamización comercial de entornos urbanos. Se trataba pues de buscar posibles alternativas en la evolución hacia los nuevos modelos de gestión en entornos comerciales.

El informe concluía que el modelo actual de gestión de centros urbanos comerciales no es sostenible a largo plazo debido a los problemas de financiación de las asociaciones, la falta de profesionalidad en la gestión de estos entornos urbanos y la desmotivación del sector para colaborar con asociaciones débiles que no aportan prácticamente valor.

Entre otras trabas, se generan polizones o free riders, esto es, comercios o empresarios que se benefician de los pagos de los socios pero sin contribuir al sostenimiento de las asociaciones y, en consecuencia, sus programas de dinamización no se ajustan a sus necesidades reales.

Entendemos, por tanto, que estamos ante un modelo asociativo agotado y agónico que no es capaz de reinventarse y crear programas para que el comercio de proximidad y el tradicional que aún queda en nuestros barrios consiga competir en condiciones de igualdad contra los modelos actuales de comercio.


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Según el gabinete de estudios e informes de la plataforma Zaragoza Centro, nuestra capital es la quinta ciudad de España y la primera en total de metros cuadrados en superficies comerciales por habitante.

En Zaragoza se desarrolla el 50% de la actividad del pequeño comercio de toda la comunidad y, de todos los espacios de agrupación de comercios en grandes superficies, todos excepto dos están ubicados en Zaragoza capital.

En otras comunidades autónomas, identificaron este problema hace años y desde entonces están trabajando para intentar resolverlo. Aquí, por contra, seguimos mirando hacia dentro sin preocuparnos en exceso de lo que pasa en nuestros espacios urbanos comerciales.

Si bien la administración pone a disposición de las asociaciones de comerciantes importantes partidas en forma de subvenciones o ayudas, también hay que decir que estas no siempre llegan a cumplir su cometido, dado que no hay capacidad para gestionarlas por parte de las asociaciones. O sea, carecemos de proyectos o de ilusión o, simplemente, estamos abandonados a nuestra suerte.


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Como adelantábamos, más allá de nuestra comunidad, han hecho esfuerzos por demarcar centros comerciales al aire libre y dotarlos de herramientas suficientes para que compitan en competencia equilibrada con otros modelos de comercio como el digital o contra las agrupaciones de grandes superficies en el exterior de sus ciudades.

Aún así, todos los planes de acción que se han propuesto en otras regiones como Levante, Andalucía, Navarra o Cataluña han sido también superados por la imposibilidad de aplicar modelos de éxito que funcionan en otros países.

Nos referimos a modelos de éxito que nacieron en Canadá y Estados Unidos y que cruzaron el charco hace ya más de 20 años hasta Europa.

En definitiva, si el modelo asociativo está agotado, tal y como señala el Ministerio y como entendemos en Zaragoza Centro, desde nuestra plataforma tendremos que pensar y trabajar junto a otros organismos y a la administración para conseguir implantar en nuestra comunidad, en nuestra ciudad, esos modelos de éxito mundiales que hemos sido incapaces de implantar todavía en nuestras tierras.