El tiempo es inexorable. Pasa para todos, incluso para aquellos que creíamos que ya existían antes de la Venida de la Virgen en carne mortal a Zaragoza.

Sería fácil volver a criticar a José Ángel Biel pero sería muy injusto, y ello por varias razones.

La primera, guste o no, es porque se trata de un político clave en la Historia reciente de Aragón, la segunda porque es el último político aragonés de verdad, la tercera por su afabilidad, simpatía y ganas de trabajar, y la cuarta, y más importante, porque, cuando lo dijo, se fue de la política aragonesa de modo callado y no ha vuelto a decir nada.


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Siendo que han pasado casi ya tres años desde que se fue, se puede hablar ya, sin apasionamiento, de su figura. José Ángel Biel es un personaje de luces y sombras, para mí que nunca fue del PAR.

Era una persona que provenía de la extinta UCD en la que había ocupado cargos importantes. Siempre fue un hombre de centro derecha que recaló en el PAR, al que, conservando su toque regionalista, para diferenciarlo, convirtió en partido bisagra entre el PP y el PSOE.

Estrategia legítima inspirada, creo, en la política bisagrista del Partido Liberal alemán de los años ochenta.

«José Ángel Biel es un personaje de luces y sombras, para mí que nunca fue del PAR»

El carácter aragonés del PAR se dejó de lado y el partido se convirtió en un mero hacedor de mayorías absolutas del PSOE y del PP.

El PAR pasó de su «eterna» alianza con el PP a ser posible novia también del PSOE, la cuestión es que el PAR tocara poder. Hoy en día no toca nada más que en algún pueblo y comarca. La gente se ha cansado del bisagrismo y posibilismo del PAR. Hoy no tiene credibilidad y más con la aparición de Ciudadanos.

Se dice que con esta estrategia, Biel salvó al PAR de la desaparición que han sufrido muchos partidos regionalistas.

Puede ser, pero es más cierto que en Aragón existe una corriente regionalista que se manifiesta en la izquierda en Chunta Aragonesista y en la derecha en el PAR.

«La gente se ha cansado del bisagrismo y posibilismo del PAR. Hoy no tiene credibilidad»

Lo que pasa es que Chunta es pequeño y se basa en la intelectualidad de las ciudades teniendo poca base en los pueblos. Al PAR le sucede al revés, tiene base en los pueblos y ha perdido las ciudades.

Su fortaleza son los pueblos, pero los va perdiendo poco a poco desconcertados ante la política de pactos promovida por Biel. Además, el PAR cuando pierde algo lo cancela, últimamente sólo sabía de Industria.

En las próximas autonómicas el PAR tiene un futuro muy negro salvo que vuelva, de una vez, su mirada hacia el aragonesismo y se deje de apoyar a partidos e ideologías nacionales.