23 de abril, San Jorge, patrón de la comunidad de Aragón y cuya festividad celebramos como el Día de Aragón. Soy de la creencia que celebrar es importante. Se trata de uno de los símbolos más explícitos de la identidad de una cultura, de su sociedad. El motivo de la celebración de hoy es por y para exaltar y compartir nuestro orgullo aragonés y sentimiento de pertenencia ¡Qué viva Aragón! 

Me siento aragonés, de Zaragoza, español, europeo… Me siento parte del equipo de balonmano de mi hija, del pueblo de mi pareja, de la ciudad que me vio nacer y crecer, Tarragona. Igual que muchos entiendo el orgullo y el sentimiento de pertenencia como algo inclusivo, compartido y compartible, motivo de unión, de concordia y de progreso. Que vivan todos aquellos que se sientan y amen Aragónsiempre o incluso solo hoy por simpatía, da lo mismo. Cuántos más ¡Viva!, mejor ¡Bienvenidos todos!

Los aragoneses no tenemos una lengua ni una cultura únicas a lo largo de nuestro extenso territorio.Ni, por supuesto, contamos con una raza autóctona. Si bien, sí se acepta mayoritariamente que existe un carácter propio aragonés sustentado en la historia y en la tradición. Al aragonés se le reconoce especialmente por tres rasgos. El aragonés es noble, tenaz y hospitalario.

Nuestra nobleza se basa en la lealtad, somos personas de palabra y confiables; en la honestidad y franqueza, no tememos decir la verdad, somos humildes y transparentes, al aragonés se le ve venir y; en la rectitud, tenemos un profundo sentido de la justicia y de la honradez. La tenacidad es la segunda de nuestras banderas. No nos rendimos, perseguimos nuestros ideales hasta el final, perseveramos. Y lo hacemos con energía, como decimos aquí, con rasmiaAprendemos de nuestros errores y contamos con afán de superación.

La hospitalidad es nuestra dimensión más humana. Los aragoneses nos sentimos queridos allá donde vamos y frecuentemente encontramos personas llenas de recuerdos entrañables de su paso por Aragón. Somos afables, en ocasiones duros por fuera, pero siempre tiernos por dentro. Un ejemplo de nuestro carácter integrador lo vivimos todos los años en la Ofrenda de flores a la Virgen del Pilar. Una celebración en la que todo aquel que lo desee recorre las calles de Zaragoza para presentar su ofrenda floral vestido con el traje regional propio de su lugar de origen, cualquiera que sea del mundo. Por supuesto los más numerosos son los baturros, pero se pueden ver desfilar juntos multitud de personas de diferentes regiones o países. Los aragoneses no somos locales, somos universalesEn Aragón abrazamos la diversidad y sabemos vivir en armonía. Somos una sociedad plural y tierra de pactos.

Celebremos hoy por todo lo alto los buenos sentimientos que nos unen. Seamos también generosos compartiéndolos e invitando a quienes nos aprecian, haciendo gala, una vez más, de nuestro carácter afable e integrador ¿Solo hoy? No tiene por qué, no debe por qué Propaguemos nuestra esencia con orgullo allá donde vayamos. Sigamos sumando amigos. Hoy y siempre.

¡Qué viva Aragón y bienvenidos todos!

*Nacho Torre Solá es Director de Marketing y Subdirector de Ibercaja