¿Qué le diría a un futbolista patoso, a un cantante sin oído o a un torero miedoso?. Que no sirve, contestará obviamente VD. ¿Y a un diputado o a un concejal sin criterio?.

A un político ya no se le exige oficio ni beneficio, ni que tenga la ESO; con tal de tener visión o vender una idea ya puede alguien convertirse en diputado o concejal; en definitiva, solo parece ser necesario tener criterio ante la cosa pública. La decepción viene cuando vemos que ya ni eso.

Y eso ocurre cada vez que el diputado o concejal de turno se abstiene para no mojarse. La abstención es para cuando no existe información previa o hay un conflicto de interés; En ausencia de un interés personal en el asunto, el político, formado o informado, no debería tener motivo para abstenerse.

Pero cuántas veces, políticos blandiblú temerosos de la reacción del jefe o de sus aliados, o queriendo estar en misa y repicar, o gustar a diestra y siniestra, encuentran una excusa para abstenerse y justificar su tibieza. Todos los días tenemos ejemplos de ello.

«Pero cuántas veces, políticos blandiblú temerosos encuentran una excusa para abstenerse y justificar su tibieza»

Les recuerdo dos: En septiembre de 2016 se presenta en las Cortes de Aragón una iniciativa para derogar los acuerdos con la Santa Sede y sacar la Religión de las aulas. Se podrá estar a favor (como lo estuvieron PSOE, CHA, Podemos e IU) o en contra (como estuvo el PP); pero Ciudadanos y el PAR no supieron que votar y se abstuvieron. ¿No tenían criterio?

Otro ejemplo más reciente de todos conocido: la reprobación de Echenique por hacer un ‘simpa’ en la Seguridad Social y echarle la culpa al desprotegido. Ahí estuvieron PSOE, IU y los maños de podemos poniéndose de perfil con su abstención. Eso sí, luego, puño en alto, estos defensores del proletariado y de la seguridad social universal corearán la internacional cantando aquello de «No más deberes sin derechos, ningún derecho sin deber».

Manda h…