Ya es el lugar más cotizado del centro histórico de Zaragoza. El local que acogió durante décadas la histórica Joyería Aladrén vuelve a brillar de nuevo y lo hace más que el sol. Desde hoy, 8 de abril, abre sus puertas este local reconvertido en Café Restaurante 1885, haciendo alusión al año en que fue inaugurada la icónica joyería. Tras sufrir el expolio de los antiguos arrendatarios y tras un exhaustivo proceso de restauración y reforma llevado a cabo por el estudio de arquitectos Cronotopos, este local volverá a tener vida, recuperando así parte del esplendor que tuvo antaño la calle Alfonso I.

La familia Baselga, propietaria del local, se ha esforzado por mantener la imagen y el patrimonio del establecimiento, realizado en 1885 por el arquitecto Luis Aladrén para convertirse en la joyería más importante de la ciudad, con clientas como la reina Fabiola de Bélgica. De hecho, según cuenta Santiago Baselga a HOY ARAGÓN, «el 90% de la joyería de 1885 se mantiene y así resulta ser la fiel imagen de lo que fue hace más de 130 años«. Durante las obras que se han alargado más de 8 meses, el promotor Santiago Baselga junto al estudio Cronotopos han desarrollado un proyecto sumamente complejo por los criterios patrimoniales y de restauración, el cual se ha adaptado siempre a la normativa en vigor en materia urbanística. La joyería estuvo en funcionamiento hasta 1997, año en el que se retiró el que fue el último platero del tesoro del Pilar. Y tan solo un año después, el local abrió de nuevo como Gran Café de Zaragoza, manteniendo la actividad hostelera hasta la llegada de la pandemia.

Los arquitectos de Cronotopos, Laura Cabeza y Alejandro Lezcano, han diseñado el proyecto y coordinado las obras. El objetivo ha sido recuperar la esencia de un local centenario que, tras más de 137 años, tenía desperfectos. Se han centrado en el remozado de la madera o se han empeñado en preservar el artesonado del techo, con un trabajo pulcro y detallado para lucir todos los detalles. En la fachada se han recuperado los mármoles negros originales, la forja antigua, el latón y plata.

UN PROYECTO QUE COMBINA PASADO Y FUTURO

En los últimos meses se ha procedido a una completa rehabilitación para mantener la esencia del local, recuperando las columnas de fundición, los techos de madera decorados con casetones y artesanados, o los suelos de mármol. Junto a estos elementos, en la sala principal destaca la instalación de una barra de mármol blanco retroiluminado. La sala Luis XVI, la más lujosa y especial del local gracias a la decoración neobarraca que cubre la sala como si de un joyero se tratara, también se está rehabilitando. También destaca el despacho de Joyeros, que ocupa el espacio situado en el chaflán entre Alfonso y Contamina, y que se convertirá en una de las joyas del espacio.

Café 1885

La barra de mármol retroiluminada en la sala principal   / Cronotopos

La fachada también ha sido objeto de trabajos, recuperando los mármoles negros, la forja, la plata, y por supuesto, la espectacular marquesina que se ha convertido en uno de los iconos no solo del local, sino también de la calle Alfonso. En cuanto a la línea gráfica del local, ya se aprecia la nueva cartelería y ya luce el farol del siglo XIX que siempre ha estado sobre la puerta. También se ha puesto en en marcha el reloj que ha marcado la hora para varias generaciones de zaragozanos. El sótano abovedado, tan característico de los edificios del Casco Histórico, también se ha recuperado con el ladrillo de paredes y bóvedas para albergar un espacio de esparcimiento después de una comida, y así tomar una copa o cocktail. 

QUÉ ENCONTRAREMOS EN CAFÉ 1885: RESTAURANTE Y TIENDA GOURMET

Esta nueva cafetería restaurante quiere convertirse en un referente en España, explica a HOY ARAGÓN Santiago Baselga «la decoración nos recuerda a París, los artesanos del Salón Luis XVI a los artesonados de Viena… queremos colocar a Zaragoza en Europa con una propuesta diferente, en un local protegido que está entre los más bonitos de España, y que es capaz de competir con los cafés de París’. Junto al respeto por los elementos patrimoniales y la apuesta por el mobiliario de diseño, en este restaurante se está instalando una cocina libre de humos, se cocinará a baja temperatura, con una carta en la que las verduras de la huerta zaragozana y las carnes se ofrecerán desde la perspectiva de una comida saludable.

 

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«En los escaparates habrá estanterías en las que se expondrán productos aragoneses de calidad. Productos que servirán para cocinar los platos que compondrán la carta, y que desde el mes de junio se podrán adquirir en una tienda gourmet que busca dar a conocer los productos de nuestra tierra, tanto a los propios zaragozanos, como a los turistas que nos visitan», explica Santiago Baselga.

De esta manera, cualquiera que reserve una mesa del restaurante podrá acceder a todos los productos, probarlos e incluso comprarlos. Y para ofrecer una experiencia redonda, los clientes de 1885 también podrán conocer la historia de cómo se han cultivado, de cómo se cocinan, cuáles son sus orígenes y quiénes fueron aquellas personas que con su esfuerzo contribuyeron a mejorar nuestra sociedad.

UN PROYECTO QUE BUSCA RECUPERAR LA CALLE CONTAMINA: BRASERIE PLAZA 1885

Junto al Café Restaurante 1885 y la tienda Gourmet, el proyecto se completa con una tercera línea de negocio: Braserie Plaza 1885. Un restaurante con el que pretenden recuperar las calles Contamina y Maestro Luna. Este restaurante tendrá grandes ventanales que dan a una plaza con árboles, vegetación y mesas de madera corridas que surge de la transformación de un solar, y que ha sido pensada para relajarnos y disfrutar de un plan diferente.

En este restaurante se ofrecerá una cocina de brasas, con hornos especiales para preparar pollos camperos ecológicos y otro productos aragoneses, tratados con el cuidado que requieren su etiqueta de cardio saludables. Además, en la plaza habrá un escenario por el que pasaran artistas noveles que vemos cantar por las calles para que puedan tener un sitio preparado para ellos.