Zaragoza ya tiene una nueva reina de la tapa: la mejor croqueta de la ciudad está en El Café del Marqués. De los 23 finalistas que defendieron sus propuestas ante el jurado profesional, e disputó, en las instalaciones del complejo hostelero Aura, en Zaragoza, se puso fin a la Gran Final del IV Concurso de Croquetas de Zaragoza y Provincia. Tras el recuento de puntuaciones, El Café del Marqués se alzó como ganador absoluto del concurso, con su croqueta Costilla de cerdo de Teruel, marinada en cerveza Export, hasta la próxima edición, Mejor croqueta de Zaragoza. Entre los finalistas de la categoría Mejor croqueta Tradicional ―El Patio De La Almunia, 

Casa Arriazu, Garnet y El Mosquito―, el ganador fue Garnet, con su Rabo de toro a la cerveza Export. Meli del Tubo, Envero Gastro Wine, Rincón de Sas y Bunkerbar eran los aspirantes al premio a la Mejor croqueta Innovadora, resultando ganador Bunkerbar con “Gorilas en la niebla”. El Truco ganó una vez más, en la categoría Mejor croqueta Apta para celiacos, con su propuesta de espinacas, roquefort y nueces, imponiéndose a Entalto, Restaurante Crac y La Jaula de Grillos. La croqueta Ternasco de Aragón IGP con setas y trufa del Albergue de Morata fue elegida campeona en la categoría Mejor croqueta Elaborada con Alimentos de Aragón, quedando finalistas: Burger Fire Café & Street Food, Flash Alagón Gastrobar y Mamá Carmina. Flor de Lis con su Borraja3 consiguió la cesta de frutas de Javier Mené, Premio especial a la Mejor croqueta elaborada con productos de la huerta. Amontillado Winebar y Tonik completaron el podio. Entre La Ternaska, Café Del Marqués, Las Lanzas y La Bocca, Café del Marqués, con su Costilla de cerdo de Teruel, marinada en cerveza Export, resultó el ganador del Premio especial a la Mejor croqueta elaborada con Cervezas Ambar, y campeón provincial.

Previa a la Gran Final profesional, tuvo lugar la selección de la Mejor croqueta de las cocinas privadas, concurso paralelo dirigido a los cocineros aficionados que se estrenó en esta edición. El ganador, seleccionado entre 22 finalistas que se hicieron con un diploma acreditativo, fue Rubén Saura, con su Croqueta de carrillera de cerdo Carey guisada al vino tinto. Entre unas croquetas que, por su calidad, bien podían haber competido con los profesionales, su propuesta fue la más valorada por el equipo de El Gastrónomo Zaragozano, con una puntuación de 94 puntos sobre 100.

Desde las 18 horas, los chefs seleccionados fueron presentando sus croquetas contendientes, ante los miembros de un jurado compuesto por: Carmen Urbano, directora general de Innovación y Promoción Agroalimentaria del Gobierno de Aragón; Ángel Campo, Brand Ambassador de Cervezas Ambar; Lydia López, responsable de Enoturismo, de Bodegas San Valero; Javier Mené, de Frutas Javier Mené; Ángel Moreno, director de Enjoy Zaragoza; José Miguel Martínez Urtasun, director de la revista Gastro Aragón; Mariano Millán, director del suplemento Con Mucho Gusto de Heraldo de Aragón; Juan Barbacil, de Barbacil Comunicación; Ángel Conde, propietario del restaurante El Chalet; José María Marteles, presidente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza; José Antonio Laborda, responsable de compras de Makro Zaragoza; Florentino Fondevila, director de La Buena Vida en Zaragoza; Javier Robles, presidente de la ACA, y José María Lasheras, presidente de Horeca Restaurantes.

Los jueces cataron, en primer lugar, la masa de cada una de las croquetas, valorando su sabor, textura y cremosidad, para, acto seguido, degustar las croquetas terminadas, que los contendientes iban cocinando in situ, valorando aspectos como la presentación, textura, punto de cocción y sabor, así como el modo en que cada cocinero presentaba su propuesta. Una vez concluida la cata, el jurado se retiró a contabilizar los puntos obtenidos por cada propuesta, mientras los nerviosos aspirantes disfrutaban de una degustación de las croquetas participantes.

Concluyó así una edición de récord en la que 26.890 croquetas fueron contabilizadas tras computar el total de los votos depositados por el público en las urnas disponibles en los 43 establecimientos que participaron en el IV Concurso de Croquetas de Zaragoza y provincia. El buen tiempo, el fin de las restricciones y las ganas de salir del público zaragozano se aliaron para convertir esta edición del certamen en un éxito. Las cifras de venta de croquetas y el alto nivel gastronómico de las 81 propuestas presentadas confirman la consecución de los dos objetivos principales del certamen: la promoción de la hostelería zaragozana y la búsqueda de la excelencia del tapeo de la provincia.