La comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado –con los votos a favor del PP-Cs y VOX, la abstención de Podemos y ZeC, y el único en voto en contra del PSOE–, la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en la que se dota al nuevo estadio de La Romareda de 20.500 de los 42.000 metros cuadrados de uso terciario y el resto se ubicarán en otra parte de la ciudad.


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El consejero municipal de Urbanismo, Víctor Serrano, ha explicado que con este paso se adecua el planeamiento a las necesidades de acometer un nuevo estadio y se utiliza el planeamiento vigente, mediante una modificación que se introduce el 2005, por la que se dota al PGOU de 42.000 metros cuadrados de terciario previsto en una torre de hotel de hasta 17 plantas que ya no se construirá.

Sin modificar los usos, se dota de 20.500 metros cuadrados del total de esa superficie de terciario para hacer una ordenación más adecuada y poder construir el campo en su actual emplazamiento en La Romareda.

La pastilla del estadio pasa de 40.068 a 47.399 metros cuadrados de aprovechamientos para tener al menos 45.000 asientos. Se elimina el edificio de uso terciario y la fachada que da a la plaza será mas representativa y alineada con el Auditorio y con las medidas de seguridad que establecen FIFA y UEFA.


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Serrano ha asegurado que se ha seguido un proceso con total transparencia y con la premisa de que «para no cometer errores hay que ir paso a paso». También ha sido participativo, se ha negociado con los grupos municipales que se han mostrado a favor y con los ciudadanos, que han dejado claro dónde lo quieren y que es un proyecto de ciudad, además de que es una necesidad para que Zaragoza no se quede fuera del Mundial de Fútbol 2030.

Ha relatado que con VOX se ha acordado que tuviera el menor impacto posible para las arcas municipales, además se han cerrado acuerdos con Podemos sobre la construcción de una Ciudad del Deporte, que no forma parte del expediente que se ha votado y que está sin definir.

Serrano ha asegurado que cuando la modificación del PGOU sea un hecho será entonces cuando se empezará a negociar con los grupos la construcción del campo de fútbol para tomar decisiones políticas, pero que tienen «todo tipo» de filtros legales, jurídicos y económicos. «Se sabrá cuanto valen los suelos antes de emprender el proyecto mediante una tasación al efecto para impulsar el expediente».

El concejal del grupo municipal de VOX, Julio Calvo, ha abundado en que se vota una modificación «sencilla» del PGOU, además de «lógica» para proceder al aumento del aforo de La Romareda y su renovación. La concesión saldrá a licitación con los metros de aprovechamiento y ha pedido conocer la inversión necesaria para ampliar el estadio, la duración de la concesión y el canon anual que habrá de percibir el Ayuntamiento.

LAS DUDAS DE RIVARÉS Y DE ZEC

El portavoz del grupo municipal de Podemos, Fernando Rivarés, ha mostrado dudas sobre los metros cuadrados de usos terciarios que se pueden trasladar a otra parte de la ciudad y vender esos usos que no tengan que ver con el deporte y «no nos gusta».

Rivarés ha dicho que no se ha debatido qué modelo de explotación tendrá y dónde se repartirán los beneficios de la explotación por lo que ha reclamado compromisos del Gobierno de la ciudad reflejados en la licitación. Asimismo, Rivarés ha pedido diálogo con los grupos municipales y con el Gobierno de Aragón, que es el propietario de los suelos del parking Norte, y que se involucre en ese proyecto de la Ciudad del Deporte.


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La concejal del grupo municipal de Zaragoza en Común (ZeC), Luisa Broto, ha recordado que se abstendrán porque es lo «coherente» al ser un anuncio que se ha hecho en el Debate del estado de la ciudad sin informe técnico para poder valorarlo y porque se hace una convocatoria el pasado viernes por «whatsapp» para una reunión con el Real Zaragoza, que «no es entendible, ni lo más conveniente» porque el club puede ser parte interesada en la licitación.

EL PSOE DICE NO A LA NUEVA ROMAREDA

El concejal del grupo municipal del PSOE, Horacio Royo, ha observado que el hecho diferencial son las condiciones propicias que se dan tras 20 años para sacar adelante un nuevo estadio con el consenso alcanzado a iniciativa de los socialistas. Ha planteado qué tipo de proyecto se busca, ya sea que atienda a las necesidades de la ciudad que trascienda este mandato o «una mera arma de propaganda para atacar al adversario».

Se ha decantado por la primera opción, pero ha afeado al Gobierno PP-Cs «falta de transparencia» porque se ocultan otras cosas, como que el pasado 30 de septiembre se da la orden para iniciar esta modificación de PGOU y no se conoce hasta que el alcalde la anuncia en el Debate del estado de la ciudad. «Fue salvar la inanidad del discurso de Azcón sacando un conejo de la chistera, que es el método de los mediocres».


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Ha pedido conocer los detalles de explotación, el valor de los suelos porque van a poner 20.500 metros cuadrados de aprovechamiento de suelo público para el Real Zaragoza que valen 20 millones de euros según las últimas valoraciones y se tiene que actualizar. También ha querido saber por qué es esa superficie la que se necesita y sobre todo dónde se pondrán esos metros cuadrados flotantes para saber cuánto valen y cuánto se va a recaudar y así pactar el destino de esas plusvalías. «Hay que pactar ya donde irán esos 22.000 metros cuadrados de usos terciario», ha enfatizado.

«Estas cosas –ha exigido– hay que tenerlas cerradas antes de votar. El PSOE no va a tolerar dar un cheque en blanco a planes que oculta el Gobierno». Antes de concluir ha pronunciado cuatro palabras que deben regir este proyecto. «Negociación, transparencia, legalidad y viabilidad».