Crear una empresa es una cuestión de gran importancia, pues tendrá repercusión tanto en la vida profesional como en la personal, además de las consecuencias legales que implica. Por este motivo, es fundamental que antes de dar el paso definitivo nos asesoremos y resolvamos nuestras dudas, pues esto nos permitirá estar en mejores condiciones para tomar la decisión, además de tener la seguridad de que cumplimos la normativa.


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Uno de los primeros pasos antes de crear una empresa, que deberá meditar el emprendedor, una vez tenga definida la idea de negocio que tenga, es el tipo social al que querrá acogerse. Básicamente tenemos opción de decantarnos bien por la vía del empresario individual (autónomos) o la del empresario social.

En este último supuesto la Ley establece, a su vez, varias opciones: Sociedad Anónima, Sociedad de Responsabilidad Limitada, etc. Tendremos que conocer las características de cada una de ellas, con el fin de encontrar la que mejor se ajusta a nuestra situación, teniendo en cuenta nuestro presupuesto y el número de personas que conformarán el negocio. Esta labor conviene hacerla con la ayuda de un abogado especializado en Derecho mercantil.


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Una vez se ha escogido el tipo social bajo el cual operará la empresa, habrá que seguir varios trámites ante distintos organismos: la Seguridad Social, Hacienda…Será interesante conocer aquí los distintos tipos de ayudas y bonificaciones que tenemos a nuestro alcance, con el fin de poder aprovecharlos. Nuevamente, el apoyo del abogado será necesario para orientar al emprendedor, asegurándose también que cumple con todas las novedades legales que se han producido estos años.

Como puede ver, es muy conveniente contar con un abogado experto en derecho mercantil tanto de forma previa como posteriormente a la creación de la empresa, para así ir solucionando todos los trámites y dudas que vayamos teniendo.