A pesar de que tanto el Abogado como el Procurador son profesionales del Derecho existen una serie de diferencias entre ambos.

El Abogado es el encargado de ejercer la defensa del cliente y el Procurador es la persona encargada de llevar la representación, encargándose de toda la documentación y notificaciones.

El Procurador es un licenciado en Derecho, inscrito en un Colegio de Procuradores, capaz de representar a un ciudadano ante los juzgados y tribunales; y de realizar las notificaciones pertinentes.

Para considerar que un Procurador representa de manera adecuada al cliente, es preciso que se le conceda un poder ya sea notarial, o como lo que se conoce como “comparecencia apud acta”, que consiste en otorgar a un procurador la autoridad suficiente para poder representar a una persona ante un proceso judicial

Es aquel que recibe las notificaciones del Juzgado dirigidas al cliente y se las entrega al Abogado director del caso. También recibe documentos entregándoselos al Juzgado.

La figura del Procurador salvo excepciones, es obligatoria en todos los procedimientos de la jurisdicción civil.
Si se trata de un Juicio Verbal, en el que la cuantía a reclamar es inferior a los 2.000 euros, la figura del Procurador no resulta obligatoria, al igual que en los procesos laborales, que tampoco se precisa de su intervención.

El Procurador es quien encabeza los escritos a pesar de que son redactados por el abogado.

La figura del Procurador, puede representar tanto a particulares como a empresas que se ven en la necesidad de acudir a los Tribunales.

Entre las funciones del Procurador está la de agilizar el desarrollo del procedimiento judicial, reduciendo los tiempos de los procesos judiciales.
El Procurador todos los días se encuentra en la sede judicial, para así poder presentar los escritos, y realizar todo tipo de gestiones pertinentes que ayuden al buen desarrollo del proceso judicial.

El Abogado, es un profesional encargado de la defensa del cliente, se preocupa de dirigir el modo y la forma (encontrar la mejor estrategia) de la defensa del cliente, redactando la demanda de los derechos e intereses de los representantes, asesorándoles en todo los aspectos de tipo legal y jurídico.

Todo abogado para poder desempeñar su trabajo de abogacía debe de ser licenciado en Derecho y estar inscrito en un Colegio de Abogados.
En la gran mayoría de los procesos judiciales es obligatorio el comparecer ante los tribunales con la asistencia de un abogado, que será el encargado de realizar todo tipo de actuaciones judiciales y funciones extrajudiciales a través del asesoramiento legal de su cliente.

Actualmente se halla superada la visión de que el abogado es todo un profesional que únicamente interviene en los juicios, por lo que el ciudadanos sabe que puede contar con el asesoramiento de un abogado en la preparación de un testamento, en la negociación de un contrato, en la mediación para resolver un conflicto; es decir un abogado es buscado para resolver todo tipo de cuestiones que preocupa a la persona, de un modo satisfactorio.

El abogado es el único profesional que le asesorará y defenderá todos los derechos e intereses con un máximo de garantías, a pesar de que pueden resultarle algo más caros que si contrata a otro tipo de profesionales:

– Garantía de formación: Profesional titulado que participa en un programa de formación continua para una actualización de sus conocimientos.
– Garantía Deontológica: Rinde cuentas a un Colegio Profesional, al que debe de manera obligatoria debe de pertenecer por mandato legal.
– Garantía de Responsabilidad Civil: Cuenta con un seguro de responsabilidad civil que cubre todo tipo de daños y perjuicios que pueda sufrir durante su actuación profesional.

Resumiendo, puede decirse que la figura del Procurador representa y el Abogado asesora y defiende al cliente.
Las dos profesiones son incompatibles entre sí, no pueden intercambiar funciones; es decir que el procurador no puede realizar el interrogatorio de los testigos ni expresar conclusiones; ni el abogado puede suplir la ausencia del procurador en una vista en representación de su cliente.