El suelo radiante es un sistema de calefacción que ya lleva años teniendo presencia en el mercado pero que todavía muchos usuarios desconocen.

Este innovador método de climatización funciona gracias a la canalización de una fuente de calor debajo del suelo, que permite distribuir el calor de forma homogénea por las estancias.

Este método de instalar calefacción en el hogar es cada vez más solicitado gracias a sus múltiples ventajas y a su estética, totalmente imperceptible ya que se instala bajo el suelo, con lo que nos ahorramos la instalación de radiadores u otros elementos que puedan entorpecer la decoración de la estancia.


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La instalación del suelo radiante trae consigo la realización de obras en el hogar para poder levantar el suelo y colocar bajo él la instalación, lo que puede convertirse en una de las pocas desventajas de este sistema, además de suponer una inversión económica bastante elevada.

Sin embargo, a la larga la instalación de suelo radiante puede comportar un gran ahorro para los usuarios, con lo que se convertiría en un sistema muy rentable.

Su gran eficiencia permite un mejor aprovechamiento de los recursos energéticos y un mayor confort en el hogar, gracias a que distribuye el calor de forma uniforme desde el suelo hasta la zona superior de las habitaciones, conservando una temperatura agradable y constante.

TIPOS DE SUELOS MÁS ADECUADOS PARA EL SUELO RADIANTE

El tipo de suelo que colocaremos sobre la instalación es muy importante. Los suelos de madera no suelen recomendarse para instalar un suelo radiante ya que la exposición constante al calor puede provocar su deformación, en caso de que no hayan sido tratados adecuadamente.

También podemos encontrarnos con marcas que fabrican suelos de madera especialmente preparados para este sistema, lo que se convierte en una alternativa para aquellas personas que deseen tener por todos los medios un suelo de madera en su hogar.

Los materiales que se adaptan mejor al suelo radiante son los suelos vinílicos, cerámicos y porcelánicos, ya que sus componentes son unos muy buenos conductores térmicos, lo que los hace una opción eficaz para poder aprovechar al máximo de las ventajas de este sistema.

Además, soportan sin ningún problema las dilataciones producidas por los cambios de temperatura, por lo que no sufrirán ningún daño.

A la hora de acometer la instalación del suelo radiante nos encontramos con dos tipos diferentes:

SUELO RADIANTE ELÉCTRICO

Se conecta al suministro de electricidad para poder funcionar. Necesita una resistencia eléctrica para convertir la electricidad en calor. Se puede realizar mediante cableado o utilizando una malla calefactora colocada sobre una lámina aislante.

Esta alternativa nos permite poder regular la temperatura gracias a un termostato conectado al sistema. También se pueden colocar diferentes termostatos en cada habitación del hogar para regular de forma individual la temperatura de ellas.


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Una de las grandes ventajas que nos ofrece este sistema es que necesita menor tiempo de encendido y que el calor se emite de forma directa.

SUELO RADIANTE POR AGUA CALIENTE

Funciona gracias al agua caliente sanitaria que circula a través de sus conductos. La instalación cuenta con un circuito de tuberías conectadas a una bomba de calor o una caldera, que se ocupa de calentar el agua para después distribuirla por la red de suelo radiante.

Este sistema utiliza menos energía para transmitir el calor que los radiadores convencionales, lo cual supone un ahorro de energía y una rebaja en la factura del gas.

Tarda un poco más en generar calor que el tipo anterior. Un inconveniente del suelo radiante por agua caliente es que necesita tener hecha una instalación de gas adaptada a él.

El suelo radiante es una opción que nace como una alternativa sostenible para poder disfrutar de una climatización óptima en cualquier lugar, por lo que cada vez alcanzará mayor popularidad en el mercado gracias a la creciente preocupación por el ecosistema y por aprovechar mejor los recursos energéticos de los que disponemos.

En la actualidad, existen numerosos instaladores expertos en el sector de la climatización que proveerán a todo tipo de usuarios, tanto particulares como empresas, de este avanzado sistema para aclimatar las estancias.