Efectivos del Equipo de Búsqueda y localización de explosivos (EBYL) de la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel, junto a TEDAX de la Comandancia de Zaragoza, han retirado este miércoles dos artefactos explosivos que se encontraban situados en el techo de una iglesia en la localidad turolense de Gea de Albarracín.

Los artefactos, provenientes de la Guerra Civil, se encontraban situados a una altura de unos 18 metros, y para poder bajarlos, los especialistas de la Benemérita han tenido que usar una máquina que les elevara hasta los proyectiles.

En lo que va de año, el EBYL de la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel, ha atendido 29 incidencias de las que 18 eran reales, ha señalado el Instituto Armado en una nota de prensa.

Ante este tipo de sucesos, se ha recordado que la provincia de Teruel fue escenario de intensos y numerosos enfrentamientos durante la Guerra Civil Española, lo que explica la abundancia de restos bélicos que aparecen, sobre todo, cuando se efectúan trabajos tanto en montes públicos como labores agrícolas.

Aunque a este respecto no se pueden establecer unas medidas de seguridad plenas, sí cobra importancia la información general como la opción más segura; para ello, se recomienda seguir las siguientes recomendaciones, ante el descubrimiento o hallazgo casual de objetos que evidencien o permitan sospechar que se tratan de artefactos explosivos, municiones, entre otros.

CÓMO ACTUAR

Si un ciudadano halla algún objeto de este tipo, desde la Guardia Civil instan a que no lo toquen, muevan o alteren. Además, se aconseja desconfiar del aspecto externo que pudieran presentar –oxidado, deteriorado–, pues, se debe tener muy en cuenta que, a pesar del tiempo transcurrido, muchos de estos artefactos conservan todo su potencial explosivo.

Tanto es así que ciertos modelos de mano utilizados en este contexto, y a día de hoy latentes por muchos parajes de la geografía española, son fácilmente confundibles con envases o recipientes actuales de comidas, frutos secos o bebidas.

Una vez encontrado, hay que señalar el lugar en el que se ubica para poder reconocerlo de manera posterior, avisar de inmediato a la Guardia Civil por los medios que permitan mayor rapidez –número de teléfono de atención ciudadana permanente 062–.

Además, se desaconseja en cualquier circunstancia transportarlo hasta un lugar apartado para abandonarlo allí, ya que, además del peligro inherente que conlleva, se genera una situación descontrolada, volviéndose más peligroso dado que puede sufrir acciones que le hagan explosionar.

De igual modo, se recuerda que estos artefactos no explosionan de manera espontánea –si no se les somete a alguna acción, manipulación, fuego–, por lo que ante su hallazgo hay que mantener la calma y seguir las recomendaciones dadas. La atención de estas incidencias es prioritaria, y el alertante no debe temer, en modo alguno, ningún tipo de sanción.