La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) critica el «semiabandono» y la «desprotección» de casas cuartel como la de Rubielos de Mora (Teruel), donde un joven se coló la noche del viernes ocasionando daños en coches y en la vivienda de un agente.

Desde la asociación, denuncian que este hecho no es solo la consecuencia de la falta de inversión en seguridad en una gran parte de los cuarteles de la provincia de Teruel y de Aragón, sino también de que «con la excusa de la España vaciada«, todos los responsables del Ministerio de Interior han ido dejando estas unidades semiabandonadas y desprotegidas.

«La solución es muy simple: o se acomete con voluntad política una nueva distribución de la Guardia Civil con macrocuarteles que de verdad sean operativos o se invierte en estos vetustos edificios para garantizar la seguridad de los agentes, de sus familias y de los ciudadanos a los que prestan servicio», señalan en un comunicado.

La AEGC recuerda que el asaltante no solo ocasionó daños en los vehículos aparcados en la casa cuartel, sino que logró entrar en una vivienda habitada y «con toda la tranquilidad del mundo se desnudó y se puso a dormir en el sofá del salón». Y a continuación se preguntan: «¿Qué hubiera ocurrido si agrede a la mujer del agente que se encontraba en la casa? ¿Quién sería el responsable que respondiera de la negligencia de tener un cuartel sin vigilancia las 24 horas?».

Por ello, la Asociación Española de Guardias Civiles estudiará personarse como acusación particular para proteger los derechos de la familia y para «tratar de que este delito no quede impune y se continúe jugando con la integridad de los agentes y sus familiares». Como explican, desde la Dirección General y desde el Ministerio del Interior no pueden alegar sorpresa por lo ocurrido en Rubielos de Mora, puesto que han estado avisados de que las consecuencias de tener muchos cuartel abiertos sin vigilancia las 24 horas y no adaptar el despliegue de la Guardia Civil al siglo XXI.

En su comunicado, aseguran que la imagen de falsa seguridad de estos puestos que carecen de vigilancia y cuentan con muy poco personal los convierte en muy poco atractivos para los agentes, junto a circunstancias como el mal estado de los vehículos oficiales, que la asociación ha denunciado recientemente.