Un jurado popular ha declarado, por unanimidad, culpables de asesinato, robo con violencia, detención ilegal y estafa a Mohamed A.D. y Hedangeline A.L, integrantes de la denominada ‘Banda del Badoo’, según ha anunciado este viernes el portavoz del jurado tras el juicio celebrado por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza. El jurado ha considerado probado que la ‘Banda del Badoo’ asesinó en 2019 a José Antonio D., vecino de Getxo (Vizcaya) de 54 años, con alevosía y ensañamiento, tras contactar Hedangeline A.L. con él por la red social Badoo, encontrándose en Luceni (Zaragoza), donde le retuvieron, trasladándole a Pedrola (Zaragoza), donde le robaron, golpearon y lesionaron gravemente, enterrándole aún con vida en un paraje.

La ‘Banda del Badoo’ cometió el asesinato para evitar que se descubriera otro delito, el robo con violencia de 1.800 euros y de su vehículo, ha determinado el jurado, que además ha aludido a las «evidentes pruebas periciales y testificales» aportadas por peritos y testigos durante el juicio oral, que se ha celebrado esta semana. Asimismo, el jurado se ha mostrado desfavorable al indulto en ambos casos, también a la concesión de beneficios de remisión condicional de la pena.

La fiscal, Ana Díez, ha pedido que se les imponga una condena de 32 años de prisión a cada uno de los acusados. Díez ha pedido para los acusados 25 años de prisión por robo con violencia en concurso con asesinato, así como cinco años de libertad vigilada, la prohibición de entrar en el término municipal de Luceni en 26 años y también que no se les permita aproximarse a los familiares de la víctima o comunicarse con ellos por cualquier medio en 26 años. También ha solicitado 5 años por detención ilegal y 2 por estafa.

En cuanto a la responsabilidad civil, la fiscal ha propuesto que ambos acusados, de forma conjunta y solidaria, indemnicen al hijo de la víctima con 185.618 euros; a los padres con 50.625 y a cada uno de los dos hermanos con 19.400. También que devuelvan a quienes les compraron el coche de la víctima, sustraído, los más de 11.000 euros que les abonaron y, por último, que devuelvan los 1.800 euros sustraídos de las cuentas de la víctima.

La acusación particular en representación de la familia de la víctima se ha remitido a la petición señalada en el escrito de acusación, ha pedido 25 años por asesinato y ocho más por robo con violencia, dos más por estafa impropia, adhiriéndose a la petición de la fiscal de responsabilidad civil, libertad vigilada y alejamiento. La acusación particular en representación de quienes adquirieron el vehículo sustraído ha mantenido la petición de tres años de prisión por estafa y una indemnización de 11.000 euros. Las defensas, tras el veredicto de culpabilidad, han pedido 20 años por asesinato, 2 por robo con violencia, 2 por detención ilegal y seis meses por estafa. El juez ha agradecido a todos los miembros del jurado «su esfuerzo y su labor, de verdad» y ha declarado visto para sentencia el caso y disuelto el jurado.

JUICIO ORAL

Durante el juicio oral, que comenzó el lunes pasado y ha concluido este jueves, los dos acusados se han culpado mutuamente de ser los responsables del asesinato y los restantes delitos. Hedangeline A.L. afirmó en la primera jornada del juicio oral: «Yo no he matado a nadie, me han tenido secuestrada y me han amenazado con matar a mis hijos», añadiendo que es «una persona más, como la víctima fallecida«. La acusada dijo que el otro encausado «es una persona muy mala» y «no puede salir a la calle otra vez», y pidió para él la prisión permanente revisable.

Mohammed A.D. insistió en que él no ideó «ningún plan» y que llegó un momento en que se dio cuenta «de lo que estaba pasando«. También manifestó que en una ocasión dijo a Hedangeline A.L. que si le iba a matar lo hiciera como había hecho con «el viejo». A lo largo de esta semana han declarado los testigos, así como el hijo, una hermana y el padre de la víctima, agentes de la Ertzaintza que iniciaron la investigación, agentes de la Guardia Civil, y como peritos los médicos forenses y expertos en balística de la Guardia Civil.