En la espalda, en las pantorrillas o entre las piernas. La Policía sabe que los que portan armas blancas en bares, discotecas o parques saben esconderlas bien. Buscan la manera de eludir los cacheos incluso cuando las llevan encima. «Sabemos que las esconden en zonas determinadas de parques de los barrios donde viven y frecuentan, pero muchas veces salen con ellos encima». Este policía que advierte de las «argucias» de pandilleros para esconder armas que luego usan para atacar e intimidar ha participado en algunas de las detenciones de miembros de bandas violentas en Zaragoza. En una de estas intervenciones salvaron la vida de un joven que había sido apuñalado en la cabeza, en el pecho y en los pies.

«Los detuvimos en la Avenida de Madrid tras un enfrentamiento entre dos grupos rivales en el parque Delicias», recuerda. Todos ellos menores, portaban cuchillos de gran tamaño y algún machete que sacaron de papeleras y arbustos en el momento de la agresión. «Se citan y los recuperan de sus escondites», explica. Sin embargo, últimamente se desplazan a otras zonas de la ciudad de Zaragoza para robar a otros menores y llevan las mismas armas de intimidación con ellos. «La vez que detuvimos a cinco de ellos las llevaban en las mochilas del colegio o instituto; las abrimos y no estaban a simple vista porque las habían metido entre los libros de sus estudios», recuerda.

NUEVAS ARMAS, NUEVOS ESCONDITES

Los delincuentes innovan en la comisión de sus delitos y en la ocultación de armas blancas, y la Policía lo sabe. Por eso últimamente comparten entre ellos, y con más asiduidad que antes, algunos vídeos que otros agentes de otras localidades de España cuelgan en redes sociales para advertir de sus nuevas tácticas para eludir a la justicia.

 

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«Los malos copian muy rápido a través de otras cosas que ven en las redes. Y en los cacheos lo miramos todo», asegura este policía que prefiere hablar desde el anonimato por su propia seguridad.  En un de los vídeos publicados en la web https://t.me/policias/603seseve como un joven lleva oculto un machete de grandes dimensiones en su cinturón. «Utilizan mucho cuchillos jamoneros. Doblan fácil y  los portan como en el vídeo o en pantorrilla», relata este agente.

Cuando se trata de machetes o cuchillos de otra envergadura los suelen comprar en ferreterías de su barrio donde saben qué elegir. «Si no lo hacen a través de internet, los compran por 30 euros siendo sólo necesario presentar el carné de identidad para mostrar que eres mayor de edad», relata el funcionario público.

Actualmente, cada fin de semana en Zaragoza y tras los últimos acontecimientos violentos relacionados con bandas latinas y delincuencia juvenil, la policía realiza controles activos e itinerantes en las zonas más calientes como parques, discotecas donde se reúnen bandas rivales o barrios donde viven. Las identificaciones son habituales y los cacheos también. «Saben que lo sabemos y seguirán buscando la manera de eludirnos. Si tienen el arma en la mano no dudarán en usarlo incluso contra nosotros», relata otro agente de una unidad especializada.