Varias de las víctimas coinciden en algunos datos cuando cuentan el engaño. Los mensajes de texto llegan pasadas las 23:00 horas, cuando estás supuestamente en casa, descansando, y sobre todo, porque a esta hora en muchas entidades bancarias no hay servicio activo de atención al cliente.


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La segunda de las coincidencias es el destinatario de la trasferencia. Una tal «Aitana». Después ves el el concepto, cancelación trasferencia. Todo esto sucede cuando entras en tus cuentas, dándote cuenta del engaño.

Volvamos al ‘SMS’. En él te alertan de una situación comprometida. Te dicen que alguien ha iniciado sesión en su cuenta bancaria online desde otro teléfono móvil, y que si no lo reconoces, debes seguir las instrucciones a través de un enlace que te aportan, una especie de enlace de verificación.

Ese mensaje proviene del mismo número de los que suele enviarte notificaciones tu entidad bancaria. Por eso accedes y ‘pinchas’ en dicho enlace, siendo redirigido a una página web idéntica a la de tu banco.

En ese momento Introduces tu clave personal, confiado, y recibes un mensaje que te proporciona un código, el cual también introduces en la página referida.

Al día siguiente, tras comprobar el estado de sus cuentas a través de la aplicación de tu banco, te das cuenta de que tienes varias trasferencias no autorizadas, todas a un único destinatario, ‘Aitana’

SIN TIEMPO PARA REACCIONAR

Las transferencias suelen rondar los 500 euros, y generalmente se hacen desde cuentas diferentes a las que acceden mediante los códigos que tu, por engaño, les proporcionas. Para cuando el banca bloquea las operaciones, ya es demasiado tarde.

HOY ARAGÓN ha podido dar con alguna de las víctimas que, desde el anonimato, ha confesado que «confiaba plenamente» en lo que estaba haciendo porque tenía una apariencia «muy real», ya que los mensajes llegan a través de la misma bandeja de entrada a la que le suelen llegar los de sus entidades bancarias.

En uno de los casos, la víctima recibió códigos que tenía que introducir pero le daba erróneo. Entonces empezó a sospechar y entró en sus cuentas a través de la aplicación del banco. Aquí se dio cuenta de que tenía cuatro trasferencias hechas desde cuatro de sus cuentas corrientes. Quinientos euros desde cada una.

La Policía Nacional no deja de alerta de esta nueva forma de engaño online que, a diferencia del «sphising», se realiza a través de ‘SMS’ o mensajes de texto, en vez de por correo electrónico.

Para prevenir ser víctimas de esta estafa conviene saber que ningún banco no nos va a pedir nunca por ningún medio nuestras claves personales. Si hay algún problema, nos citarán para que vayamos de forma presencial a nuestra oficina de confianza.


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Su apariencia suele ser alarmante, precisamente para producir en su receptor esa sensación de urgencia que finalmente le pueda llevar a proporcionar los datos solicitados sin dudarlo y como dicen las víctimas, con total confianza.