«Un grupo de diez personas comenzó a pegarme sin mediar palabra. Cuando caí al suelo, me levante y huí corriendo«. Así describe un joven zaragozano de 13 años lo que vivió el pasado mes de enero en la calle Volver a Empezar, en el barrio de Valdespartera, sobre las 20:30 horas de la tarde. «Corrieron tras de mí y hasta que me alcanzaron y volvieron a pegarme. Mientras lo hacían me cogieron el móvil que tenía en el bolsillo», dice este joven que prefiere no dar su nombre por temor. Todo esto que están leyendo se lo contó a un agente de Policía Nacional en la Comisaria de Delicias acompañado por su padre. 

En aquel momento iba con dos amigos más. Nada pudieron hacer ante diez o quince personas, según recuerda y declaró, que les rodearon sin darles ninguna opción. Reconoce que nunca había visto a estas personas antes en la zona que ellos frecuentaban los sábados por la tarde, como muchos jóvenes menores de edad. Encontraron durante varios fines de semana un lugar de reunión propicio, cerca de un supermercado, y de una tienda de chucherías, al lado de una parada del tranvía que cogían cada fin de semana. «El problema no es que le hayan robado el teléfono móvil, sino la sensación que les deja de miedo, inseguridad y vulnerabilidad», explica su madre a HOY ARAGÓN. 

Apenas un mes después se producía otro hecho violento también en Valdespartera y también tenía como protagonistas a menores de edad. Una joven de 17 años le rompía varias dientes a golpes a otra menor. Sucedía en las inmediaciones del Parque Libro de la Selva. La menor, de 14 años, se encontraba hablando con un grupo de amigos. Según declaró, no vio venir a su agresora que le propinó un fuerte golpe en la cara atacándola por la espalda. La presunta autora de los hechos fue detenida y, tras prestar declaración, puesta en libertad con cargos.

Dos casos de robos y agresiones que han hecho que muchos jóvenes cambien de ambiente en los últimos fines de semana. «Los jóvenes menores van cambiando de zona permanentemente. No son como los adultos que somos más fijos. Ellos cambian y estas situaciones han hecho que ya no vayan por allí. Ahora está de capa caída», explica la madre del menor de 13 años al que agredieron y robaron.

«EN HORAS, DÍAS Y ZONAS CONCRETAS»

Fuentes oficiales de la Policía Nacional aseguran que se están haciendo permanentemente patrullas en estas zonas de Valdespartera. «Son patrullas itinerantes que permanecen en la zona pero que también vigilan otros entornos», aseguran. No es para menos, ya que el pasado 17 de marzo, dos jóvenes de 17 y 18 años eran detenidos por agredir y robar a un grupo de menores de edad en la Plaza Europa.

Otras fuentes sindicales de la Policía insisten en aumentar los efectivos de una manera más eficaz. «Los hechos violentos contra las personas en Zaragoza se focalizan en zonas conocidas, en días conocidos y en horas conocidas. La discoteca ‘Garden’, en la zona de las calles Fita y Dato, a la salida de la discoteca Oasis, en el bar ‘Chocolat’, en San Vicente Mártir, y en la zona de Temple», afirma con mucho detalle. En cuanto a las horas, si hablamos de menores de edad, el entorno de la Plaza de los Sitios o Constitución, que es ahora donde más se concentran tras ‘dejar’ el entorno de Valdespartera, o el casco serían las zonas más calientes. Ya en otras edades, las zonas ya mencionadas, durante viernes y sábados y en horario de 3 a 7 de la mañana.

«Cualquier día de la semana y en cualquier horario hay mucha más policía trabajando ,habiendo menos delitos violentos graves, que los días y horas de fin de semana en la noche», explican estas fuentes sindicales. Se quejan de un cierto déficit en la organización de las unidades policiales que patrullan las calles, conscientes de que estos delitos violentos están muy concentrados.

Lo que parece claro es que los menores buscan otros entornos para huir de las agresiones, pero los delincuentes lo saben y se mueven con ellos. «Santa Isabel, Valdespartera, el Casco… Siempre que haya víctimas propicias habrá quién se quiera aprovechar. Grupos de delincuentes que son ‘chorizos’, y que dicen a sus víctimas que pertenecen a bandas juveniles para amedrentarles, pero solo son ladrones violentos», aseguran fuentes policiales.