Traumatismo craneal, mandíbula rota y fuertes contusiones en cara y cuerpo. Al ver la gravedad de sus heridas en la enfermería de la cárcel de Zuera, el funcionario de este módulo y el equipo médico penitenciario compuesto por una sola enfermera decidieron llamar a una ambulancia para que fuese rápidamente intervenido en el Hospital Universitario Miguel Servet.

Una agresión que, al parecer, según fuentes consultadas por HOY ARAGÓN, se produjo esta pasada madrugada por una posible discusión con otro interno, un hombre corpulento de nacionalidad rumana, Doru D.S. Este último estaba trabajando de apoyo en enfermería y al entrar en la celda de este módulo donde se encontraba Héctor L.F. pensó, según explicó a otros funcionarios, pensó que éste llevaba un «pincho».

Después, simplemente insistió en relatar que había perdido el juicio por algo que había sucedido con la víctima. La agresión ha sido tan brutal que las primeras personas que han llegado a auxiliar al preso agredido pensaban al verlo totalmente desfigurado e inconsciente que no sobreviviría.

Tras estos graves hechos, el agresor ha sido trasladado al módulo de aislamiento donde permanecerá unos días hasta que las autoridades penitenciarias valoren la gravedad de los mismos según vaya evolucionando el otro interno, que explican las mismas fuentes a este digital, tendrá que estar varios días hasta que vuelva recuperado si no tiene secuelas.

UNA PERSONA CON PROBLEMAS PSIQUIÁTRICOS

Héctor L. fue condenado fue el primer condenado a prisión permanente revisable en Zaragoza. Según el jurado compuesto por nueve personas, mató con premeditación y alevosía a su padre, Javier López, el 28 de junio de 2021.

Su madre estaba durmiendo y despertó al oír ruidos, encontrándose a su hijo encima de su padre arremetiendo una puñalada tras otra. El agresor salió corriendo detrás de su madre a quién clavó la navaja hasta 7 veces, pero no pudo rematarla ya que resbaló con un charco de sangre.

María Pilar consiguió salir del piso, herida, y pedir ayuda. La abogada del presunto asesino alegó que tenía problemas psiquiátricos y debía ser ingresado en un centro pero al final entró en Zuera. Allí ha pasado mucho tiempo en enfermería por diversas causas derivadas de su estado mental.