Uno de los problemas a los que se enfrentan a diario los funcionarios de prisiones en módulos conflictivos, como es el módulo 3 en la cárcel de Zuera, son los constantes intentos autolíticos de presos del norte de África, fundamentalmente marroquíes y argelinos. «Se chinan -cortan- constantemente en muñecas y tobillos», explica una fuente cercana a HOY ARAGÓN.

Hace tan solo un día se daba el último caso en aislamiento, con un preso que se ha intentado suicidar y después, al fracasar, ha intentado hacerse varios cortes en el cuerpo. «Es muy difícil trabajar con estos presos que apenas tienen respeto al uniforme. Todos llevan marcas en los brazos, sobre todo los jóvenes. De hecho cuando les ponen grapas luego se las quitan. En concreto hay presos que se cortan hasta tal punto que llegan desangrándose a la enfermería. Llevan cortes por todo el cuerpo», relata la fuente de este diario digital.

En estos módulos conflictivos, con una media de cien presos, hay una treintena, explican las fuentes consultadas, que no respetan a ningún tipo de autoridad y provocan constantes problemas con los funcionarios y con otros presos. «No existe ningún plan hasta el momento por separar a estos presos o tomar alguna medida preventiva. Mientras tanto, el día a día es complejo y este fenómeno, de presos que se lesionan constantemente, se está convirtiendo en un verdadero problema», se reivindica esta fuente.

Desde el sindicato ‘Tu Abandono Me Puede Matar’ vuelven a poner sobre la mesa situaciones a las que se enfrentan a diario y que se ven agravadas, según explican, por una situación que en los módulos de presos conflictivos, comienza a ser insostenible.