Un reciente informe forense considera a Iván P.P. plenamente «imputable» del asesinato de su sobrina política, la niña Naiara, muerta tras una brutal paliza que se prolongó durante horas por no saberse la lección que le había mandado estudiar.

Para la elaboración del informe, el procesado fue entrevistado a finales del pasado mes de enero en la enfermería del centro penitenciario de La Moraleja, en Dueñas (Palencia), donde se encuentra en el programa de prevención de suicidios tras una huelga de hambre autolimitada en unos pocos días.


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El informe fue elaborado por un médico forense judicial a petición del representante de su defensa con el objetivo de valorar si las secuelas padecidas a causa de un tumor cerebral de baja malignidad que padeció en su adolescencia habría podido influir en su comportamiento.

SU PERFIL PSIQUIÁTRICO

Respecto a los antecedentes psíquicos del acusado, de 35 años, el especialista señala que entre 2001 y 2002 padeció alteraciones adaptativas en todos los ámbitos de su vida debido al tratamiento con neurolépticos, aunque precisa que era «de carácter introvertido y con problemas de adaptación y de relación en su entorno familiar y escolar ya de bastante antes».

El forense, que detalla que el procesado se muestra a lo largo de la entrevista «colaborador y orientado», destaca que no aprecia alteraciones en el paciente ni ve afectadas sus capacidades cognitivas, intelectivas y volitivas, «siendo conocedor de sus actos y de las consecuencias que de ellos se derivan».


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A pesar de la discapacidad del 34% que le fue dictaminada tras ser detectados sus problemas psiquiátricos, Iván P.P., pudo acceder en 2008 a una plaza de vigilante de seguridad después de varios trabajos eventuales.

En una breve referencia al día en el que ocurrió el crimen, el 6 de julio de 2017, el procesado, según relata el forense en su informe, se limitó a explicar que «se juntaron un cúmulo de circunstancias», sin precisar si había consumido alcohol o drogas, y que ese día había pensado ir con su pareja al inicio de las fiestas de San Fermín en Pamplona.

«No se encuentran en el examinado síntoma ni signos de patología psiquiátrica que le alteren sus capacidades cognitivas, intelectivas ni volitivas, siendo conocedor de sus actos y de las consecuencias que de ellos se derivan«, concluye el perito judicial, para quien el procesado es «imputable».

SE DECLARÓ CULPABLE

Iván P.P. reconoció los hechos en su primera declaración judicial, en la que consideró «justo» su ingreso en prisión como responsable de los hechos, y en una reciente comparecencia se hizo único responsable de lo ocurrido.


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Este informe se ha trasladado a las partes unos días antes de ser citados a declarar, el próximo día 13, a la abuelastra y al padrastro de Naiara, imputados por un presunto delito de maltrato habitual.

La responsable judicial entendió durante la instrucción del caso que la niña podía ser víctima, asimismo, de la supuesta severidad con la que le trataba, e implicó, asimismo, al padrastro tras valorar que conocía la situación y no la denunció.