Se les denomina ‘caleteros’ porque son los que se encargan de preparar en vehículos las ‘caletas’ o escondites para transportar la droga. Desde los grandes alijos, como el que interceptó la Policía Nacional en la operación ‘Sansón’, con más de 20 kilos de cocaína incautados, el mayor alijo de esta sustancia interceptado hasta la fecha en Aragón. Y también los hay menos expertos, pero que también se la juegan creyendo que podrán burlar la vigilancia policial.

Es el caso de un hombre que responde a las iniciales J.A.H.H, de 43 años. La Guardia Civil del puesto de Daroca lo tenía localizado. Llevaba varios días investigando sus movimientos hasta que lo ‘cazó’ en un punto de control y verificación en una gasolinera de la capital de la comarca zaragozana.

El hombre, un habitual, según fuentes consultadas por HOY ARAGÓN, en el consumo de droga de la zona pero sin antecedentes penales, habría decidido ganar dinero rápido y ‘fácil’. Habilitó su vehículo escondiendo en varias bolsas 20 gramos de cocaína para su posterior corte y venta. Cerca de 1200 euros de venta en el mercado de la droga.

Al darle el alto la Guardia Civil, y según las mismas fuentes, se mostró nervioso y esquivo, lo que llevó a los agentes de la Benemérita a inspeccionar su vehículo. Llevaba la droga oculta en un compartimento debajo de las alfombrillas de los asientos delanteros y trasero. «Es un lugar habitual; un espacio que llevan algunos coches de determinadas marcas fabricado de serie», explican a este diario digital.

Este delincuente que está en libertad con cargos a la espera de juicio tras ser detenido en el control por la Guardia Civil de Daroca, buscó un espacio que ya existía en el vehículo. Pero la mayoría de las ‘caletas’ las preparan como escondites de cara a un transporte concreto. Debajo del motor, dentro de la rueda de repuesto, bajo espacios habilitados de los guardabarros… A veces van más allá.

En operaciones policiales en Aragón, los agentes han dado con droga en espacios muy preparados y con sistemas especiales de apertura para no ser detectados. Por ejemplo, hace un año, en un importante trabajo policial, 3 de las ‘caletas’ estaban tras la carcasa de la radio del vehículo. Ésta se retiraba automáticamente mediante un sistema electrónico. Detrás del salpicadero podían llevas ocultas varias bolsas como así detectaron en este operativo policial.

Alijo interceptado por la Policía Nacional en Zaragoza / PN

En este operativo la policía detuvo a tres personas en mayo de 2022. Ha habido muchos otros donde los agentes han llegado a encontrar los alijos ocultos en altares de iglesias ortodoxas, en bloques de hormigón o en figuras de todo tipo. Son casos que no se dan en Madrid o Barcelona, sino en Zaragoza y en su mayoría, no provenientes de un avión sino transportada en coches o camiones.

HASTA EN BOCADILLOS DE CHORIZO

Los hay meticulosos que han llegado a ocultar 350 gramos de sustancia en bolsas para la infusión. La distribuía desde su domicilio de la Calle Contamina. Otro de los casos más llamativos en Aragón acabó con tres presuntos narcotraficantes detenidos en un control.

Transportaban en su vehículo 150 gramos de cocaína oculta en dos bocadillos de chorizo, que supuestamente iban a trasladar a Francia. En aquella ocasión efectuaron una maniobra evasiva, un giro prohibido para cambiar el sentido de la marcha tras percatarse de la presencia de los agentes.

Resulta más frecuente conocer la incautación de grandes plantaciones de marihuana ocultos entre la maleza en zonas deshabitadas y de gran extensión de terreno. La Guardia Civil ha localizado varias en los últimos años en las tres provincias aragonesas, especialmente en comarcas oscenses. Una de las más grandes, en la Comarca del Sobrarbe. Se llamó operación ‘Lepiota’. Una sola persona vigilaba 600 plantas; más de una tonelada de droga oculta entre el monte y la maleza.