Al principio, todo parecía muy normal. dos personas, un hombre y una mujer, alquilaban un local de 90 metros en el zaragozano barrio de San José destinado a la hostelería por un plazo de dos años. Llegaron a pagar una fianza y existía un compromiso, y nada hacía presagiar lo que al final iba a suceder.

No tardaron mucho tiempo en torcerse las cosas para el dueño de este bar. Dejaron de pagar el pago mensual de arrendamiento de 500 euros y el dueño procedió a desahuciarlos según insta la ley. Antes de ser desalojados, los acusados no perdieron el tiempo y dejaron ‘limpio’ el local, para asombro posterior del propietario.

Antes de ser desalojados y según denuncia el dueño del local, se llevaron la barra del bar, estanterías de obra de acero inoxidable, puerta de la cocina, aparatos de aire acondicionado, campana extractora, cocina industrial en acero inoxidable, arcón frigorífico de obra empotrado en pared.

No solo eso es lo que denuncia la víctima de este hecho. También se llevaron la totalidad de los enchufes y cableado, picaportes de las puertas y rejillas del aire acondicionado. Todo lo que denuncia el dueño «desapareció por arte de magia» es el equivalente a casi 15.000 euros, sin contar la mano de obra del momento en el que se lo instalaron.

LO HABÍAN COMPRADO EN ‘WALLAPOP’

¿Cómo descubrió el dueño que estaban desvalijando el local? Ocho meses antes de ejecutarse el lanzamiento por el impago del alquiler mensual, un vecino vio como un hombre entraba en el bar y salía cargando en su furgoneta una plancha de cocina, dos cámaras frigoriíicas un arcón congelador.

Al preguntar a este hombre sobre la procedencia de lo que se iba a llevar a su casa explicó que lo había comprado por ‘Wallapop’. Que, entre otras cosas, la plancha se la habían vendido por 420 euros.

Todo lo que presuntamente vendieron o se llevaron provocó según refleja la denuncia, daños en el local. Una reparación de dichos daños que también el propietario ha calculado y que podrían costar reparar casi 800 euros.

Los dos ‘okupas’ del bar se enfrentan a 18 meses de prisión por apropiación indebida y delito de daños. Además, Marco Antonio Navarro, abogado del dueño del local, tiene intención de subir la pena hasta los 3 años debido a la intencionalidad y a la gravedad de los hechos. Esta historia ha quedado ya judicialmente vista para sentencia. Mientras, los acusados han negado los hechos entendiendo que lo que ellos vendían lo consideraban de su propiedad.