El fútbol aragonés vuelve a vivir un episodio lamentable. El partido Los Molinos-Marianistas, correspondiente a la jornada 33 del grupo 4 de Segunda Juvenil, ha quedado suspendido por otra agresión. Y no es la primera que recibe un jugador del Juvenil del Marianistas. Un brutal puñetazo en la mandíbula ha sido recibido por el joven jugador del Marianistas sin mediar palabra con el otro jugador de Los Molinos. Testigos presenciales aseguran que el choque se estaba disputando en la más absoluta tranquilidad.

La víctima ya recibió una paliza mientras estaba en el suelo en un partido hace pocos meses, en un encuentro que enfrentaba al Marianistas contra el Casetas, el pasado 22 de abril. El jugador llevaba desde entonces alejado del terreno de juego y en este partido ha sido brutalmente agredido. El entrenador de Los Molinos ha pedido disculpas al jugador agredido y el agresor ha intentado hablar con la víctima tras el partido.

Coincide que el agresor no es la primera vez que propina un puñetazo en un campo de fútbol y en lo que lleva de temporada tiene en su haber una expulsión por insultar y amenazar al arbitro. Por el momento no se espera que el jugador denuncie al agresor.

EL CASO DE LA AGRESIÓN EN CASETAS

El Comité de Competición impuso dos años y seis meses de sanción al jugador que agredió al Juvenil del Marianistas, en la línea de la dureza que está mostrando la Federación Aragonesa de Fútbol con la violencia en el deporte base.

En su resolución, el comité contempla lo siguiente: “Dos años y seis meses de suspensión por agredir a dos jugadores del equipo contrario, a uno de ellos estando en el suelo, llevando a cabo ambas acciones con inequívoco propósito de causar daño, originándoles lesiones que constan en los partes facultativos que figuran en el expediente”