«¡Madre mía, pensaba que este tema estaba ya superado!«, dice una de las vecinas de una calle a escasos metros de Gran Vía y que durante años se convirtió en un foco de peligro e inseguridad. Dos jóvenes perdían la vida en esta calle Eduardo Dato; del último fallecimiento se van a cumplir exactamente dos años.

«Fue cuando ya el ayuntamiento ordenó el cierre del último de los bares conflictivos que teníamos en la calle. Vivimos un infierno durante años y ahora llevamos año y medio, desde el cierre del ‘Deja Vu’ muchísimo más tranquilos», explica Antonio, vecino de esta calle.

Momento en el que asisten a Jorge Villamil, un joven que murió tras recibir un puñetazo en la calle Eduardo Dato / H.A.

Pero parece que esta tranquilidad podría verse alterada. El dueño de este local ha decidido agotar las instancias legales para poder reabrir y alquilarlo de nuevo. «Nadie o conoce; lo único que sabemos es que solo le interesa cobrar, nada más. El último que le alquiló el local hizo modificaciones estructurales ilegales además de atraer a gente que solo daba problemas», recuerda Antonio.

«Pues podríamos alquilarlo entre todos si el juez le autoriza y hacer trasteros», replica otra vecina como alternativa a que vuelvan los problemas a una calle que está en pleno centro de la ciudad. «Dato siempre fue la calle reflejo de problemas; el ejemplo claro de que si entran dichos problemas todo cambia por completo», añade Roberto, otro de los vecinos.

De hecho él tomó la decisión de marcharse. «Soy de Huesca y decidí irme; no he vendido porque también eso es difícil. Los pisos aquí se devaluaron mucho. Pero me fui a mi tierra a vivir y no se si volveré a mi antigua vivienda», se sincera.

Hasta ahora parecía que sí, pero todos están pendientes de la decisión judicial. Es el último recurso que tiene el dueño de los locales para, al menos, dicen los vecinos, poder volver a alquilar uno. «Eso sería de nuevo la ruina; vendría cualquiera y volverían los problemas. Estamos aterrorizados; solo queremos vivir tranquilos», insisten desde esta conocida calle de la capital aragonesa.

VOLVER A SALIR A LA CALLE

Los vecinos de esta calle ya se movilizaron antes de la pandemia, durante los años 2018 y 2019, para poder ser escuchados por las instituciones y acabar con una situación que estaba alterando sus vidas y las de sus familias.

«No descartamos si el juez admite este último recurso volver a la calle a protestar ante algo que consideramos un despropósito; no podemos volver a la situación de antes. Esto no es bueno para nosotros ni para la ciudad de Zaragoza», advierte Antonio.

De momento esperan a ver que dice el juez; un dictamen que podría volver a poner sus vidas patas arriba. «Por nuestra seguridad, la de nuestros hijos. Tienen que darse cuenta que esta gente solo quiere dinero, y lo demás no le importa nada», sentencia Antonio.