La disolución de la UAPO (Unidad de Apoyo Operativa de la Policía) por parte del gobierno de Zaragoza se avisó al inicio de legislatura. De hecho, está contemplado en el programa electoral de los ‘comunes’.

O también, como cada año, el gobierno de Zaragoza ‘avisa’ con la cesión de un solar municipal en la Magdalena para una fiesta -con alcohol y música- contra la Policía Local. En concreto, como señalan sus carteles, contra la UAPO. La última fiesta se produjo el pasado jueves 11 de octubre: seis días después del anuncio de disolución.


Publicidad


La intención de ZEC por suprimir la unidad policial, desde el inicio de legislatura, promovió un conjunto de manifiestos policiales a favor de la UAPO, la presión de la oposición en contra de la decisión municipal o el apoyo de los empresarios de salas de fiesta y discotecas.

En numerosas ocasiones, desde el gobierno de Zaragoza, se negó que la intención del equipo de gobierno fuera suprimir la unidad policial. Las versiones, como en muchos otros temas municipales, eran contrapuestas. Una parte del equipo de Pedro Santisteve estaba por la labor de finiquitar la UAPO. Otros, no tanto.

UAPO fiesta Zaragoza

La fiesta ‘antirrepresiva’ celebrada el pasado jueves en el solar municipal cedido por ZEC / HOY ARAGÓN

Pese a todo, en el día de ayer la concejal delegada de la Policía Local anunció el fin de la UAPO. Según sus palabras, los agentes de la UAPO se integrarán en una unidad creada ‘ad hoc’ llamada URF (Unidad de Refuerzo Flexible). ZEC asegura que no variará “su estructura, plantilla, calendario y condiciones laborales actuales”.


Publicidad


Las intenciones de ZEC por terminar con la unidad policial provienen de los inicios de la campaña electoral. En ella, varios de los candidatos alentaban que la UAPO era un cuerpo, casi, paramilitar. Por ejemplo, el edil Alberto Cubero defendió en una entrevista en Izquierda Diario que «la presencia de la UAPO es intimidatoria«.

Junto a ello, colectivos de la órbita de Zaragoza en Común han alentado que la UAPO es la culpable de agresiones a manteros, la detención de comerciantes ambulantes en el rastro sin justificación o, incluso, el desalojo de movimientos okupas en viviendas del barrio Oliver.

UNA FIESTA ‘ANTIRREPRESIVA’

Todas las críticas a la Policía Local impulsadas desde el entorno de los ‘comunes’ se visibiliza, cada año, en una fiesta que se realiza en un solar municipal de la calle Coso de la ciudad. Es el conocido como solar del conejo. La fiesta, promovida por la órbita de ZEC -como el colectivo Derechos Civiles 15M-, cuenta con cientos de personas. Entre ellos, varios concejales o asesores del gobierno de la ciudad.

El pasado jueves fue la última ‘fiesta antirrepresiva’, en el solar municipal cedido por ZEC, con el lema ‘Zaragoza no se calla’. El leitmotiv de la fiesta es que Zaragoza rechaza «el racismo institucional» y apuesta «por la libertad de expresión».

La convocatoria de este año se enmarca dentro de la campaña ‘#Zaragozanosecalla’, que busca visibilizar la causa judicial del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza contra el grupo Derechos Civiles 15M y la Asociación de Inmigrantes Senegaleses de Aragón por un presunto delito de injurias.

El procedimiento judicial comenzó hace más de cuatro meses, cuando el Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento de Zaragoza (STAZ) interpuso una querella criminal contra las organizaciones cercanas a ZEC por difundir que la Policía Local robó a varios manteros en la vía pública y realizó registro del material por su perfil étnico.

LAS CRÍTICAS

La citada fiesta, celebrada cada año, levanta las críticas de sindicatos policiales, como CSL o CSIF, así como la oposición de los grupos políticos -PP, PSOE y Ciudadanos-.

La central sindical CSIF emitió un comunicado, días antes de la fiesta, para pedir al gobierno de ZEC que no cediera el espacio municipal por ir «en contra de la labor de los trabajadores municipales del Cuerpo de Policía Local”.

El año pasado, ante las críticas, Zaragoza en Común se limitó a defender la celebración por «ser un país con libertad de expresión».