Un 29 de junio, al atardecer, Paloma paseaba por su barrio Santa Isabel sin saber que minutos después le iba a cambiar la vida. «Cruzaba por un paso de cebra señalizado y de pronto me lo vi encima». Lo que vio encima fue un coche conducido por una mujer que no se detenía y se la llevaba por delante. «Perdí el conocimiento y cuando lo medio recuperé vi que era una mujer la que hablaba con la Policía Local», recuerda.

Paloma apenas recuerda nada del impacto más que el golpe en si que le rompió la pelvís por varias partes. «He estado nueve meses de baja, sentada en una silla de ruedas… No puedes imaginarte qué es eso», se sincera. Afirma que la conductora dio negativo en las pruebas de drogas y alcohol y que cree que la cegó el sol del atardecer. «LLevaba un niño detrás y quiero pensar que no le distrajo y que se cegó por el sol, algo que nos puede pasar a cualquiera», dice.

Ese pensamiento le ha ayudado a seguir adelante. También le habría ayudado que la conductora se hubiese puesto en contacto con ella, algo que nunca hizo. «Qué tal estás o me pasó esto o aquello, lo siento. Cualquier cosa habría ayudado», reivindica.

Al final los seguros se arreglaron porque lo que esta zaragozana quería sobre todo era avanzar, seguir adelante. «No te puedes quedar ahí; yo sigo coja pero lucho para estar mejor cada día», añade.

«Zaragoza tiene un alto índice de atropellos y muchos graves», asegura Alberto Zapico San José, abogado experto en accidentes de tráfico. No va desencaminado; de hecho en 2021, según datos hechos públicos por el Ayuntamiento de Zaragoza, se produjeron 202 atropellos de peatones, de los cuales 165 fueron graves y uno fue mortal.

Un atropello cada dos días, y eso que los datos han ido menguando pero siguen resultando inquietantes. Dice este abogado que además del impacto y las consecuencias físicas y psicológicas, el peatón tiene que afrontar otras situaciones nada positivas. «Desde 2016, los lesionados por un atropello tienen que reclamar en la jurisdicción civil con un coste elevado, ya que normalmente si haces un informe pericial por el que se valoren tus daños y secuelas tienen que afrontar un coste de entre 600 a 1500 euros», argumenta Zapico.

Además del coste económico, también hay que tener en cuenta, en casos graves, la sentencia condenatoria, que no suele ser elevada. «Sobre todo en los casos de atropellos mortales es difícil conseguir sentencias condenatorias que impliquen la entrada en prisión de causantes con influencia de alcohol o drogas. Los jueces no suelen poner penas de más de 2 años», dice este abogado zaragozano.

LA BÚSQUEDA DE TESTIGOS, VITAL

También hay que añadir, dice este letrado, que las compañías de seguros alargan la tramitación de los asuntos durante meses y muchos lesionados no pueden ir a juicio por el coste. «Mucha gente desconoce que muchas pólizas de seguro de hogar cubren la defensa jurídica en caso de atropellos y no las utilizan. Y no acuden a nosotros y eso es muy importante», sentencia.

» Las compañías de seguros aprovechan estas circunstancias y hacen ofertas a los lesionados por cantidades muy inferiores a lo que corresponde sabedores que muchos lesionados no van a poder ir a juicio y en muchos casos no están bien asesorados», advierte Zapico.

La Policía Local está ahora mismo investigando un caso de esta misma semana. Sucedió a las diez de la mañana en un paso para peatones en el barrio de Torrero, en la calle Biescas. Consecuencia de este hecho hay un hombre de 79 años ingresado grave, debatiéndose entre la vida y la muerte. Se baraja incluso que pudiese tratarse de algún otro tipo de suceso y por eso piden testigos.

En 2022 hubo un total de nueve atropellos mortales y el Ayuntamiento de Zaragoza ha realizado junto con la Policía Local un plan especial para evitar distracciones.