Acabamos de sufrir en Aragón los coletazos de un frente frío que ha dejado temperaturas muy bajas en Zaragoza y Teruel y nieve en la provincia de Huesca. Ante esas circunstancias, los agentes de seguridad ciudadana de la Guardia Civil ha tenido que trabajar en carreteras que se han visto afectadas por ese descenso de temperaturas, con vehículos atascados en la nieve y accidentes provocados por el hielo.


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En muchas ocasiones, según denuncia la Asociación Española de Guardias Civiles, AEGC, se han solicitado prendas específicas para climatología adversa que no llegan. «No entendemos por qué unidades específicas de montaña si tienen de dotación prendas adecuadas y los guardias destinados en municipios en altitud no», replican desde esta asociación nacional.

«No se puede dotar de las mismas prendas en un lugar con temperaturas bajo cero que en otro con otoños e inviernos suaves. Una lógica que parece no llega hasta la cúpula de la Guardia Civil. Pedimos que los agentes que realizan servicios en una demarcación a más de 1.000 metros de altitud necesitan unas prendas adecuadas», reivindican desde esta Asociación.

Dentro de esas zonas con temperaturas extremas en España durante los meses de otoño e invierno se encuentra Aragón, que en los últimos días ha tenido localidades donde no se han superado durante el día los tres grados de temperatura, con la consiguiente bajada de la misma durante las noches. «Hemos podido ver a guardias civiles atendiendo a los ciudadanos y socorriéndolos en carreteras sin una prenda impermeable, abrigada y sin capuchas para la lluvia», insisten.

Ante esta situación, muchos guardias, según explican, han optados por «forrarse con capas como cebollas». «En muchos casos incompatibles entre sí porque la que protege algo del frio no es impermeable y al revés, si impide que te mojes no abriga», afirman.

A todo este vestuario para los meses más fríos del año hay que añadir el chaleco y el cinturón  con el equipo listo para salir de servicio. «Realizar nuestro trabajo es un milagro; no podemos movernos ni para poner unas simples cadenas», insisten.

Asimismo, recuerdan también a sus superiores que la prenda de dotación para la cabeza es una gorra con visera, «muy útil para los días de sol, pero totalmente inservible en estos días fríos que hacen que las orejas nos queden a la intemperie con temperaturas bajo cero», se reivindican.

OCHO HORAS A LA INTEMPERIE

Un agente puede estar en un determinado servicio ocho horas en una carretera, o socorriendo a ciudadanos afectados por las gélidas temperaturas, circunstancias por las que AEGC cree que esta reclamación entra dentro de la lógica y resulta más que necesaria. «Esta reivindicación tan necesaria no parece tenerse en consideración por ninguna unidad de riesgos laborales del Cuerpo», aseguran.

» También parecen ignorar que por nuestro modelo de jornada a turnos hace que muchas noches volvamos al tajo con la ropa de la mañana sin secar», dicen. Además, aprovechan para reivindicar que se subsanen otras carencias que consideran indignas en impropias de la Benemérita. «Los más de 1900 agentes que salieron en junio de las academias siguen esperando que se les dote de lo que la Institución considera prendas de abrigo común para manos y cuello y tampoco se nos informa si se entregaran en algún momento», reivindican.


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Hay que recordar que los agentes, según AEGC, no pueden usar prendas particulares, ya que podrían enfrentarse a una falta disciplinaria. No es la primera vez que HOY ARAGÓN se hace eco de una reivindicación de asociaciones vinculadas a la Guardia Civil. «No son caprichos ni ocurrencias, sino necesidades que hacen que nuestro trabajo se desempeñe con una mayor seguridad y beneficio para los ciudadanos», insisten.