Es la nueva estrategia de los okupas tras la pandemia. Dicen los responsables de empresas dedicadas a echar a los morosos mediante la mediación y negociación con los okupas, que en Aragón este delito se ha cuadriplicado. «Ya no se trata de ocupar casas vacías; ahora el objetivo son casas de alquiler. De particular a particular o a través de agencias que luego se desentienden», explica José Ramos, gerente de la empresa ‘OkupAcción’.


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La última de las actuaciones de esta empresa he tenido lugar en el zaragozano barrio de Torrero. «En este caso la agencia se desentendió y la propietaria del piso llevaba casi siete meses sin cobrar el alquiler». Explica Ramos que este ‘inquiokupa’ además era conflictivo y creaba conflictos en el bloque de vecinos con mucha frecuencia. «Una persona que se dedicaba a generar problemas además de no pagar», asegura.

Gracias a la labor de esta empresa y la comunidad de vecinos, el ‘inquiokupa’ ha terminado por marcharse, dejando tras de si numerosos desperfectos en la vivienda. Ramos advierte: «Cuando alguien te pague dos o tres meses por adelantado, a no ser que sea conocido, desconfía. Será el único dinero que veas», afirma tajante.

Aseguran implicados en estos procesos de negociación que los okupas conocen muy bien la ley y ahora saben que la nueva Ley ‘Antiokupa’ aprobada por el Gobierno el año pasado apunta más al allanamiento de morada, que al impago del alquiler. Por eso estos ‘inquiokupas’ no son desalojados a las 48 horas, y pueden llegar a estar hasta dos años sin pagar un duro, según explican desde ‘Okupacción‘.

Varios abogados consultados por HOY ARAGÓN recuerdan al propietario que la clave es actuar con rapidez enviando un burofax. Si el inquilino tiene intención de pagar responderá, sino, al segundo mes de impago se puede iniciar un procedimiento judicial para acortar plazos.

«Es difícil que el propietario recupere el dinero del alquiler. En Torrero, por ejemplo, la dueña dejó de percibir cerca de 3.000 euros. Muchos se conforman con recuperar su vivienda y pasa un tiempo hasta que se deciden a alquilarla de nuevo», asegura Ramos.

CHANTAJES A LOS PROPIETARIOS

En muchos casos, no se conforman con vivir ‘gratis’ en al vivienda de alquiler. También chantajean a los propietarios durante meses. «¡Si quieres que deje tu piso y me vaya tienes que pagarme! Pueden pedir 2.000, 3.000, o empezar con una cantidad más alta hasta llegar a un acuerdo conforme van rebajando», añade Ramos.

Que la ‘inquiokupación’ sea la nueva estrategia de los okupas no quiere decir que hayan desaparecido otras o se hayan minimizado. Actualmente, según el padrón de Zaragoza, más de 1.000 personas se han empadronado en viviendas ocupadas.Esta misma fuente de información habla de 323 viviendas ocupadas en la capital aragonesa, el triple que las registradas en 2015.  


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Solo en el barrio de San Pablo, las asociaciones de vecinos denuncian más de una decena de edificios ocupados, algunos de ellos por personas violentas que se dedican a traficar con drogas y generar problemas en el vecindario.