Entre semana, en torno a las doce de la medianoche, todo comenzó a complicarse justo al lado de la Plaza de la Iglesia de la Magdalena. Allí con machetes, cuchillos, destornilladores, un martillo, lo que pillaron por casa, más de 15 personas la emprendían a golpes entre ellos, con amenazas y gritos que alertaron a los vecinos de la zona.

La policía llegó allí y trató de identificar a las personas implicadas pero muchos huyeron y otros se resistieron a ser detenidos. Respondieron a la llegada de los agentes con patadas y puñetazos, mientras intentaban esconder las armas blancas debajo de los coches o en alcantarillas para no ser comprometidos.

Cuatro detenidos que ya han sido identificados y puestos en libertad con cargos por participación en riña tumultuaria. A partir de aquí, la posibilidad de que se tratase de una pelea de bandas, ya que el barrio zaragozano de La Magdalena es supuestamente territorio ‘Black Phanter’, una de las bandas de origen latino enfrentada con otras como los ‘Dominican Don`t Play’, con mayor arraigo en Delicias o Las Fuentes.

Sin embargo, la realidad es otra bien distinta. Los machetes que hacían presagiar la presencia de bandas son armas blancas también usadas por otros grupos como los relacionados con el narcotráfico.

Es éste, el tráfico de droga, el argumento por el que esas personas se enfrentaron el martes, según fuentes consultadas por HOY ARAGÓN. Los identificados fueron en su mayoría don grupos, de etnia gitana y magrebíes, que se hicieron frente por el control de las ganancias del tráfico en la zona o por alguna deuda pendiente entre ambas facciones.

VECINOS ASUSTADOS

Lo que parece claro es que, tras invadir la calzada de la calle Coso Bajo durante más de una hora, fue la presencia de los agentes, tanto de Policía Local como de Nacional, los que interrumpieron la pelea evitando que llegase a mayores.

Por eso los vecinos creen que podrían quedar «cuentas pendientes» entre ambos grupos vinculados al tráfico de droga, y cabría la posibilidad de que se buscasen otra vez para resolver sus disputas. De momento, y tras la identificación de varios que viven en el barrio, la policía vigila a modo preventivo la zona para que eso no suceda.

Podría tratarse de un hecho puntual, dicen algunos vecinos del barrio, pero, también afirman, «si se habla de una deuda no cobrada o algo que queda pendiente… Esas cosas hay que vigilarlas», aseguran estos vecinos, que prefieren no identificarse.