El alcalde de Batea, Joaquim Paladella, aseguró ayer tras reunirse con el subdelegado del Gobierno en Tarragona que queda «totalmente descartado» que este municipio tarraconense se segregue de Cataluña y se incorpore a Aragón.

A mediados del mes del pasado mes de julio, Paladella abrió una viva polémica al afirmar que quería explorar las posibilidades legales de la salida de Cataluña de este pueblo de 2.000 habitantes para incorporarse a la Comunidad de Aragón, en respuesta, según afirmaba, a la «discriminación» que sufre el municipio por parte de la Generalitat.

«No es posible porque el Estatuto de Autonomía de Cataluña no permite la separación, a pesar de que el de Aragón sí que lo tiene previsto. El delegado del Gobierno nos ha informado de que esto es así, aunque nosotros ya teníamos una idea», explicó Pladella tras la reunión mantenida con Jordi Sierra.

El alcalde de Batea denuncia la «discriminación» de la Generalitat / EFE

El alcalde lamentó la pasividad del gobierno catalán: «Lo extraño es que el Govern esto ya lo sabía y durante todos estos días no ha dicho nada«. De hecho, añadió, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, todavía «no ha respondido» a «ninguna de las peticiones» de reunión formuladas por el alcalde de Batea.

Carles Puigdemont, todavía «no ha respondido» a «ninguna de las peticiones» de reunión formuladas por el alcalde de Batea.

«Es grave que tengamos que arreglar las cosas con el Gobierno central sin tener ni una sola respuesta de la Generalitat. Es un ejemplo claro de la discriminación que sufrimos», insistió Paladella, que aseguró que «prácticamente cada día» ha hecho una petición de reunión.

Batea evidenció durante días tensión y crispación por la posible anexión a Aragón / H.A

Entre los «agravios» que, según Paladella sufre Batea, por parte de la Generalitat, figura, en primer lugar, la problemática sobre la residencia de ancianos. La Generalitat «no ha cumplido el compromiso», según el alcalde, de ofertar 60 plazas concertadas y en la actualidad sólo hay la mitad.

La otra, «la imposición» de tres nuevos parques eólicos que la Generalitat quiere implantar en la comarca y que afectan al término municipal de Batea. Por último, una serie de litigios sobre el término municipal que implicarían que Batea perdiera una parte de su término en favor de Gandesa, la capital de comarca.