El Ayuntamiento de Zaragoza estudiará qué comercios de proximidad faltan en cada barrio para trabajar en medidas que incentiven la apertura de nuevos locales que presten ese servicio y acaben con la denominada «cicatriz comercial».

Se trata de una de las medidas más destacadas del Plan de Apoyo al Comercio de Proximidad de Zaragoza, aprobado por el Gobierno de la ciudad, y que incluye un total de 86 acciones concretas a desarrollar en el periodo de 2018-2021 con una inversión mínima de 2,4 millones de euros.


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Esta hoja de ruta fue presentada ayer en el consistorio por el portavoz del Gobierno zaragozano, Fernando Rivarés, y por la concejala de Educación e Inclusión, Arantza Gracia.

«El plan responde a lo que entendemos que tiene que ser una ciudad amable con barrios vivos, donde nuestras calles tengan sitios donde pasear, trabajar y realizar nuestras gestiones cotidianas», dijo la edil de ZEC.

En el bloque de impulso al comercio de proximidad en el barrio destacan acciones como la adecuación de la tarjeta ciudadana, la formación en escaparatismo y en gestión y la potenciación de las nuevas tecnología y la venta online en el comercio de proximidad.

Además, el documento recoge la creación de una línea de subvenciones para hacer los comercios accesibles a personas con movilidad reducida.

La segunda línea se centra en el fomento del consumo social y medioambiental y algunas de sus primeras medidas ya han comenzado a materializarse, como las nuevas subvenciones de Zaragoza Dinámica a empresas de economía circular con un presupuesto de 150.000 euros.

La tercera línea de actuación se centra en el fomento del asociacionismo, con la apuesta de la creación el próximo mes de noviembre del Observatorio Local de Comercio, con organismos y agentes relacionados con el comercio de proximidad.


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Y para fomentar la última estrategia, la eliminación de las «brechas» sin comercios en los barrios, el ejecutivo de ZEC ha aprobado algunas acciones como la limpieza de fachadas y el apoyo al graffiti o pintura mural como elemento decorativo en los locales vacíos.

Y es que, tal y como explicó Rivarés, en el periodo del año 2010 al 2015 echaron el cierre 1.390 pequeños comercios en la ciudad de Zaragoza, creando unas «calles menos habitables y más inseguras».

Según fuentes municipales en Zaragoza hay aproximadamente 7.200 comercios de proximidad en los que trabajan de forma directa unas 14.000 personas, con una actividad económica asociada que supone otros 14.000 puestos de trabajo indirectos.