Este invierno está siendo bastante estable y seco en Zaragoza y todo Aragón, aunque es una situación que afecta también a toda la península.

La nieve no llegó a los Pirineos con generosidad hasta casi mitad de enero y otra vez hasta casi la mitad de febrero, desde entonces vivimos una situación de estabilidad absoluta y en los últimos días incluso con temperaturas muy altas para las fechas en las que estamos, el año pasado mismamente para estas fechas nevo en Zaragoza y estos días hemos llegado ampliamente a los 20 grados.


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Las razones por las que casi no hemos tenido invierno este año son complejas y a veces no existe una sola razón si no múltiples.

Lo primero es ser conscientes que vivimos en una zona templada de la Tierra, rodeada de océanos y mares (que son los que se transportan las precipitaciones y los vientos) por lo que estamos muy expuestos a numerosas situaciones meteorológicas, tales como frentes atlánticos, temporales de levante que se producen en el Mediterráneo, entradas de aire frío de origen ártico o siberiano o entradas de airé cálido proveniente del Sahara y anticiclones. 

Con todos estos ingredientes, las situaciones año tras año tienden a cambiar y el pronóstico es realmente complicado. Es, hasta cierto punto, normal que vivamos inviernos como este.

El año pasado sufrimos un invierno y una primavera fría y húmeda después de unos años de sequia severa. Este año el comportamiento del invierno en general está siendo templado y seco, a excepción de algún episodio de frío y nieve que hemos tenido. La clave de que este invierno esté siendo templado y estable hay que mirarla en nuestro océano Atlántico.

Aquí se forma el anticiclón de las Azores y la posición principal, que ha mantenido durante muchas semanas de diciembre y ahora en febrero, ha sido o bien situado encima de la Península Ibérica o bien al oeste, evitando así que todas las borrascas y frentes que se generan en las costas de Terranova se desviarán hacía el norte o se disiparán. Además, en esa posición propicia la entrada de aire más cálido del sur.


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Cuando el Anticiclón de las Azores baja más al sur y se debilita es cuando normalmente en la Península nos vemos favorecidos por los frentes Atlánticos. Estos hechos suelen ser duraderos por eso a veces o bien sufrimos durante semanas periodos de anticiclón o bien entradas de frentes continuamente como fue durante la primavera pasada.

Este año en cambio, en Norteamérica, Grecia y Turquía, llevan un invierno bastante frío y húmedo en muchas de sus zonas. Muchas veces estas situaciones están interconectadas y lo que está sucediendo al otro lado del mundo nos afecta para bien o mal.

Este invierno el tiempo ha sido así pero aun no sabemos lo que nos deparará la primavera por lo que lo mejor es intentar disfrutar de este tiempo mientras tanto.