El Juzgado de Primera Instancia número 1 de Barbastro (Huesca) ha ordenado la inmediata devolución de los 111 bienes del patrimonio histórico de las parroquias aragonesas que permanecían depositados en el Museo Diocesano y Comarcal de Lérida.

Contra la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Huesca cabe recurso de apelación, en el plazo de 20 días. Sin embargo, el abogado del obispado Barbastro-Monzón anunció que si el fallo era favorable pediría la ejecución provisional de la sentencia para la devolución inmediata.


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Siete meses después de celebrarse el juicio que enfrentó a las diócesis de Lérida y de Barbastro-Monzón, la sentencia desestima en su totalidad los argumentos planteados tanto por el obispado catalán como por el Consorcio de la institución museística y concluye que los bienes son propiedad aragonesa y deben de regresar.

Esta resolución abre en favor de las aspiraciones aragonesas un nuevo frente, tras el incumplimiento reiterado del Obispado de Lérida a las sentencias de los tribunales vaticanos que ordenaban la devolución de los bienes de las parroquias aragonesas segregadas de la diócesis catalana.

El juez señala que desde Lérida no se aportaron durante el proceso los concretos títulos de compraventa, permuta o donación que le otorgaría su propiedad, y descarta que el obispo Messegué, a finales del siglo XIX, tuviera la intención de adquirirlos cuando se los llevó de las parroquias para fundar un museo.

En la sentencia se explica “que los bienes reseñados son propiedad de cada una de las parroquias de las que proceden y que deben ser devueltos de forma inmediata, a cada una de ellaspor mediación del Obispado de Barbastro-Monzón en su sede social”.


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Los demandados no consideran que los bienes sean «bienes preciosos», algo que el juez considera que lo es debido a que el Código Derecho Canónico le otorgan ese valor por motivos artísticos e históricos.