Lo que fue un referente de la cultura de Zaragoza hace varias décadas se reconvertirá en un espacio para la comida rápida. Este es el resultado del visto bueno dado por el Ayuntamiento de Zaragoza en el Consejo de Gerencia de Urbanismo con los votos favorables de PP, Ciudadanos, PSOE y VOX junto a las abstenciones de ZEC y Podemos. El antiguo cine Eliseos, que cerró sus puertas hace siete años, es un edificio catalogado y protegido por su valor histórico, artístico y cultural pero no se puede limitar que se destine para uso en la restauración. Dicho esto: del establecimiento no se puede alterar nada que tenga un valor patrimonial ni cultural. Lo que es una obligación para el nuevo propietario del espacio que hace años fue el Cine Eliseos.

El consejero municipal de Urbanismo, Víctor Serrano, ha justificado la concesión por estar el expediente debidamente informado por todos los servicios competentes y por haber pasado por la Comisión de Patrimonio del Gobierno de Aragón que dio el visto bueno a su reconversión si se cumplían con todas las protecciones de lo que está protegido. A su juicio, se trata de una propuesta «adecuada», «respetuosa» y que va a abrir un nuevo restaurante con un «elemento diferencial». Además, ha subrayado que, a instancia suya, se introdujo una nueva condición para otorgar la licencia: la prohibición de colocar vinilos en los exteriores del edificio.

DE CINE A MCDONALDS

El cine Elíseos fue inaugurado en 1945, y gracias a su eclecticismo clasicista, a los materiales de gran calidad y al trabajo artesanal, se convirtió en uno de los locales de ocio más lujosos de la Zaragoza de mediados del siglo XX.

Para salvar el cine, desde la asociación Cinema Eliseos, se han intentado múltiples fórmulas. Desde gestionar ellos mismos la sala, algo imposible a causa del elevado precio del alquiler (se llegó a hablar de 25.000 euros al mes), o incluso lanzar propuestas como instalar en este antiguo cine la Filmoteca de Aragón. Son proyectos que han sido imposible sacar adelante pese al apoyo del mundo cultural aragonés y de los cinéfilos de la capital aragonesa.

La primera película proyectada en este cine fue el estreno de ‘Me casé con una bruja’, de René Clair. Y 70 años después de su inauguración, el cine proyectó su última película, ‘Marsella’, de Belén Macías, tras anunciarse un cierre en principio temporal para adaptar la sala a las nuevas tecnologías. Una renovación que jamás llegó y que convirtió el cierre en definitivo.

Tras el cierre, la propiedad del cine, Zaragoza Urbana, vendió la sala en 2015. Y desde entonces, un cartel de ‘se alquila’ colgaba en las puertas del cine y del restaurante situados en los bajos del icónico edificio diseñado por el arquitecto Teodoro Ríos Balaguer.