Más allá del Pilar y de la Seo, Zaragoza tiene un rico patrimonio religioso gracias a los numerosos templos que resistieron a las bombas francesas, y a la piqueta y la especulación. Porque aunque hemos perdido joyas como el antiguo Monasterio de Santa Engracia, nuestra ciudad todavía tiene un buen número de edificios religiosos que forman parte del patrimonio cultura y artístico de la ciudad.

Templos que si estuviéramos en otra ciudad de turismo seguramente visitaríamos, y que merece la pena conocer o volver a visitar para conocer el arte y la historia que esconden. Hoy, queremos hacer una selección con las 6 iglesias más bonitas del Casco Antiguo de Zaragoza, por si te apetece darte un paseo por ellas para redescubrirlas, o por si te van a venir visitas esta primavera y tienes que prepararles una ruta turística por la ciudad.

SAN PABLO

San Pablo es la tercera catedral de Zaragoza / Ayto. Zaragoza

La parroquia de San Pablo es considerada como la tercera catedral de Zaragoza. El origen de este templo se remonta a la época de Alfonso I el Batallador, el rey de Aragón que reconquistó Zaragoza en 1118. En aquel momento, se levantó una ermita románica consagrada a San Blas. Con el paso de los años, y con el crecimiento de reste barrio, se levantó la iglesia de San Pablo para sustituir a la ermita de San Blas. El templo actual es el resultado de varias ampliaciones del núcleo original del siglo IV, constituyendo uno de los ejemplos más importantes del mudéjar en nuestra ciudad.

En el templo destacan especialmente elementos como la torre mudéjar de planta octogonal y con estructura de alminar almohade, con una torre exterior que envuelve a otra interior, el coro, o el Retablo Mayor, encargado a Damián Forment en 1515. El altar, realizado en madera dorada y policromada, tiene muchas similitudes con los retablos del Pilar de Zaragoza o de la catedral de Huesca. Si os fijáis con detenimiento, veréis que el retablo está franqueado por dos grandes puertas que se cerraban en determinadas liturgias, algo único en la ciudad de Zaragoza. Estas puertas fueron pintadas en 1596 por Antonio Galcerán y Jerónimo de Mora.

Dirección: Calle de San Pablo, 42

SAN GIL ABAD

San Gil

La Torre de San Gil marca la vida de la calle Don Jaime / Sipca

La torre mudéjar de San Gil marca la vida de esta zona del Casco Histórico desde hace siglos. Tras la reconquista de Zaragoza, en el solar en el que se levanta el actual templo ya se amplió una antigua iglesia románica de la hay datos desde el siglo IV. Y a mediados del siglo XIV se derribó para levantar la actual iglesia, siguiendo el prototipo de iglesia-fortaleza que imperaba en el mudéjar aragonés. En el exterior, destaca la portada principal, construida en 1640, y especialmente, su espectacular torre mudéjar levantada en ladrillo.

El interior del templo data de una reforma barroca que se llevó a cabo entre 1719 y 1725. Y en él, destaca el retablo mayor, contratado en 1628, además de las yeserías barrocas que decoran el ábside y las bóvedas de la iglesia. La sacristía de San Gil construida entre 1776 y 1779,  decorada la bóveda con un fresco de Ramón Bayeu y en los muros siete pinturas sobre lienzo, de fray Manuel Bayeu.

Dirección: Calle Don Jaime I, 15. 

SAN FELIPE

El primer templo de San Felipe data documentalmente del siglo XII / Zarateman

La iglesia de San Felipe está en una de las plazas más bonitas de la ciudad, junto al Museo Pablo Gargallo, o el Torreón Fortea. El templo se construyó a mediados del siglo XVII sustituyendo a la anterior iglesia románica, por iniciativa de los marqueses de Villaverde, cuyo palacio estaba adyacente (el mismo que luego ocuparían los condes de Argillo). En 1752, el arquitecto real Ventura Rodríguez intervino en el edificio dándole un aire más clasicista. En el exterior, además de la torre, destaca su portada, con las dos columnas salomónicas en piedra negra de Calatorao sobre las que se sitúan los santos titulares, San Felipe y Santiago el Menor, además de Santa Elena (como consejo, es una maravilla desayunar en Doña Hipólita mientras se contempla esta fachada tras el ventanal).

El interior del templo es de tres naves. La nave central está decorada con tallas policromadas de nueve apóstoles, obra del escultor José Ramírez de Arellano. En las naves laterales se sitúan varias capillas con retablos barrocos, con tallas tan interesantes como el Ecce Homo (una escultura que es la más antigua de cuantas procesionan en la Semana Santa de Zaragoza). Y también destaca el altar mayor con su baldaquino, que nos recuerda al baldaquino de Bernini que podemos ver en San Pedro del Vaticano, aunque a una escala mucho menor.

Dirección: Plaza de San Felipe, 1.

SAN CAYETANO

Las iglesias más bonitas de Zaragoza

San Cayetano fue construida por la Diputación del Reino / HA

La iglesia de Santa Isabel, o de San Cayetano es un templo barroco situado en la Plaza del Justicia, y que es el epicentro de la Semana Santa zaragozana. La iglesia fue construida en el siglo XVII por la Diputación del Reino en honor a Santa Isabel, infanta de Aragón y reina de Portugal. Desde la plaza, destaca la increíble fachada de alabastro, repleta de símbolos aragoneses, como las cuatro barras, o el escudo de San Jorge, además de las esculturas de Santa Isabel, Andrés Avelino y Cayetano de Thiene.

El templo tiene planta de cruz griega, algo que no es muy habitual en las iglesias zaragozanas. En el interior, destaca un juego de cúpulas que precede a las del Pilar, además del Altar Mayor, obra de José Remírez de Arellano. También destaca la simbología con los emblemas del escudo de Aragón distribuida por el interior, y por la presencia de los restos mortales del Justicia Mayor, Juan de Lanuza, ejecutado por Felipe II durante las alteraciones de 1591. Además, el templo acoge algunas de las tallas más icónicas de la Semana Santa de Zaragoza, como el Cristo de la Cama, (la única talla de la Semana Santa que salvó de los Sitios de Zaragoza), o la Piedad.

Dirección: Plaza del Justicia, 1.

SAN CARLOS

San Carlos Borromeo

San Carlos destaca por su decoración barroca / Sipa-José Aguado

Tras una fachada de ladrillo bastante anodina se esconde una de las grandes joyas de la arquitectura zaragozana religiosa: la iglesia de San Carlos BorromeoEste templo fue levantado en el siglo XVI por los jesuitas sobre el solar que ocupó la sinagoga mayor de Zaragoza, muy cercana a los antiguos Baños Judíos. La iglesia, una de las más populares para casarse entre las parejas zaragozanas, es uno de los conjuntos más espectaculares del barroco español gracias a su profusa decoración y a sus tonos dorados.

La iglesia tiene una única nave recorrida por una tribuna desde el siglo XVI, y desde ella, se abren seis capillas laterales comunicadas entre sí. Entre todas estas capillas, destaca la de San José, una capilla construida por los Duques de Villahermosa a comienzos del siglo XVII para enterrarse, y que marcó el estilo barroco que se impondría en la reforma del templo que se realizó en 1723.

Dirección: Plaza de San Carlos.

LA MAGDALENA

Iglesia de la Magdalena

La Magdalena es un ejemplo del mudéjar zaragozano / HA

La iglesia de la Magdalena es famosa por su espectacular torre mudéjar, visible desde buena parte del Casco Antiguo de Zaragoza. La torre, de planta cuadrada y con estructura de alminar almohade, sigue el modelo de las torres mudéjares de San Martín y El Salvador, de Teruel. La iglesia fue construida a mediados del siglo XIV sobre un templo románico del que ya hay testimonio escrito desde 1126, y el interior fue reformado en los siglos XVII y XVIII en estilo barroco.

En esa época, la iglesia cambió su orientación, y se situó la nueva puerta de acceso en la antigua cabecera absidial. En el interior del templo destaca el retablo mayor, las esculturas de José Ramírez de Arellano, y el retablo de Damián Forment, que se conserva partido en dos capillas del templo. Por suerte, y tras 17 años cerrada por obras, ahora se puede admirar de nuevo el interior de esta iglesia.

Dirección: Plaza de la Magdalena, 3.