La máxima responsable de la cultura en el Ayuntamiento de Madrid recala en Zaragoza para conocer las potencialidades de una ciudad que aspira a ser grande en la industria cultural. Andrea Levy (Barcelona, 1984) reconoce que durante la pandemia la «vacuna anímica» ha sido la cultura. De la reconversión de la cultura al streaming por necesidad hasta la necesaria cura a modo de recetario que hacen los libreros.

La concejal delegada de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, durante la entrevista / Xoel Burgués para HOY ARAGÓN

La cultura ha sido fundamental durante la pandemia como una ventana para escapar de la realidad. Hemos redescubierto el placer de leer, hemos visto conciertos íntimos en Instagram, hemos sentido la necesidad de ver teatro, de volver a bailar en un concierto…. ¿Seremos capaces de mantener ese interés por la cultura tras la pandemia?

Creo que justamente la cultura ha removido los cimientos de lo que estaba anteriormente establecido y ha sabido encontrar ese lugar principal y más que nunca ha reforzado la importancia de la financiación pública a la cultura como bien de primera necesidad. Ha demostrado ser una vacuna anímica en estos tiempos difíciles, y yo creo que lo que permanecerá después de acompañarnos estos últimos tiempos es que es importante que pueda haber cultura para todos, y que se convierta en una política común.

El mundo está cambiando a pasos agigantados y da la sensación de que todo va demasiado rápido. Por ejemplo, antes las canciones tenían un ciclo de vida larguísimo y ahora todo dura unas semanas. Con este ritmo frenético… ¿hacia dónde va la cultura en el siglo XXI?

Justamente en estos tiempos de pensamiento adelgazado porque todo parece escurrirse en la inmediatez, creo que la cultura es ese espacio de reflexión, de cuestionarnos, de repensar, porque quien abre un libro, quien tienen la experiencia de ir a una sala de teatro y desconectar por un tiempo de su cotidianidad, descubre el momento de ver otras vidas, otras maneras de pensar, y justamente creo que para eso sirve la cultura, para educar, para reflexionar y para cuestionarnos.

Esta filosofía todos podemos compartirla pero, ¿cuál es la razón de que se llenen los gimnasios y se vacíen las librerías?

No puedo estar de acuerdo con esto. Creo que, al menos la experiencia que tenemos en los últimos tiempos en Madrid, es que ha habido una vuelta importante a las librerías. Justamente los libreros se han convertido en una especie de psicólogos, que saben recomendarnos algo que debería irnos bien. Casi deberían recetar, como los farmacéuticos. Ya sean grandes títulos, o novelas más de bestseller, sí que creo que en nuestro país está aumentando el número de lectores. De todas maneras, creo que la práctica del deporte, por comentar la comparación que hacías con el gimnasio, también responde a un hábito de vida saludable, igual de saludable es segregar endorfinas con el deporte, que generar un pensamiento crítico con la cultura o con los libros.

Durante la pandemia ha aumentado el consumo digital de la cultura y veíamos como las estructuras culturales tradicionales se derrumbaban a causa de las restricciones. ¿Cómo podemos integrar la cultura digital y la presencial? ¿Son compatibles?

El ejemplo que te puedo dar, desde Madrid, sí que tuvimos un momento durante el confinamiento, en el que para garantizar que el tejido cultural pudiera sostenerse, apostamos por el formato streaming, o formato digital, en aquellos espectáculos que estaban programados, como un modelo efímero. Desde el Ayuntamiento de Madrid descartamos enseguida el modelo streaming porque creo que pierde la experiencia que cualquier evento cultural necesita entre artista y público, y por ello, fuimos capaces de reestructurar nuestro presupuesto en el mes de mayo, y fuimos la primera administración de España en conceder ayudas directas al mantenimiento de estructuras, es decir, al pago de suministros y alquiler, muy segmentado a cada uno de los sectores, basándonos en las necesidades de librerías, salas de pequeño formato, de gran formato, cines, galerías de arte… Necesidades que eran muy diferentes.

En esos momentos reestructuramos y lanzamos el plan ‘Aplaude’, que contemplaba 20 medidas muy ajustadas a las necesidades del sector para justamente mantener esas estructuras, porque yo sabia que si cerraba una sala de música en directo en Madrid muy difícilmente volvería a abrir, y no podría concebir la vuelta a la vida de la ciudad si todas las estructuras no volvían a levantar el telón a la vez.

Madrid se ha posicionado como uno de los grandes referentes culturales europeos, Málaga está despuntando con sus apuestas museísticas y culturales, Bilbao se transformó con la apertura del Guggenheim, Valencia también cuenta con interesantes propuestas con centros culturales de vanguardia… ¿Qué consejo le daría a Zaragoza para competir en esa liga de ciudades culturales de primera y posicionarse en este entorno urbano tan competitivo?

Ahora cuando me preguntan por cual ha sido la fórmula de Madrid, te puedo explicar muchas cosas, pero sobre todo hay una que nunca falla, y yo creo que es por lo que ha funcionado: es porque hemos currado muchísimo. Desde el primer día, nos pusimos en contacto todo el equipo del área de cultura, turismo y deporte, con el sector, para saber qué es lo que necesitaban, qué podíamos hacer nosotros, desde líneas de ayuda, pero también campañas de difusión, de comunicación… nosotros pensábamos cómo sería el día después de que se abrieran las puertas a la cultura… por tanto es muy importante tener proyecto cultural de gestión, tener equipo, un equipo muy permeable con el sector, y luego, tener una ambición.

Nosotros nos dimos cuenta al llegar al Ayuntamiento que Madrid podía reforzar su identidad cultural, tenemos la mayor milla, el mayor espacio de densidad de obras de arte del mundo, en el Paseo del Prado, tenemos un sector de los musicales que en lengua española es el primer destino, y por lo tanto, nos propusimos que Madrid  forjara una identidad cultural y que además de ser reconocidos como un destino europeo the way of life, de que se viven bien en Madrid, se vive a la madrileña, tuviera un componente muy importante al ser elegido como destino cultural. Y en eso pusimos todo nuestro empeño. Yo creo que se ha visto que ahora Madrid es una capital bulliciosa, es una capital que la gente no solo mira, sino que la gente quiere estar, porque supimos conectar el momento con la oportunidad. Y la oportunidad fue salir de esta crisis acelerando o destacando el hecho cultural de Madrid.

¿Qué potencialidades turísticas o culturales podrías destacar de Zaragoza, más allá de la Basílica del Pilar, como una ciudad mediana y cómoda entre Barcelona y Madrid?

Creo que justamente esto, que Zaragoza sea una ciudad mediana entre dos importantes capitales como destinos turísticos, bueno, ahora Barcelona menos, sí que creo que hay que hacer alianzas que permitan conectarla a una hora de Madrid con una oferta que la distinga, para que el viaje sobre todo de largo radio como destino que pueda ser Madrid incluya una parada en Zaragoza, ya sea por los elementos del patrimonio cultural y religioso que tengan, que sin duda creo que forman parte de la identidad de la ciudad, pero también como posible sede de eventos culturales que tengan una singularidad en la escena internacional.

Yo por ejemplo enfatizo mucho que el destino cultural que pueda ser Madrid no se haya aprovechado que a su alrededor tengan un fantástico radio de coronas reales. Estamos a menos de una hora de El Escorial, Alcalá, la Granja de San Ildefonso, Segovia, Toledo, son ciudades, que son ineludibles de cualquier destino turístico que tenga Madrid para poner en valor ese patrimonio histórico. Y creo que Zaragoza tiene que estar conectado a ello.

El presidente del PP de Zaragoza, Ramón Celma, junto a la concejal de Madrid durante su visita a la ciudad / Xoel Burgués para HOY ARAGÓN

Hay quien insiste en que últimamente la cultura de la política es la mentira.

Bueno, yo creo que esto es de los tiempos de los tiempos. Creo que si nos vamos a los clásicos, ya hablaban de la mentira en los políticos. Quizás la peor mentira de la política en la actualidad sea el engaño de los nacionalistas y de los populistas y de todos aquellos que antes de hablar no han pensado no han reflexionado en qué proyecto de país, en qué proyecto quieren para las próximas generaciones, en lugar de pensar en el rédito inmediato o en su popularidad. Yo creo que de eso pecamos todos, y es una reflexión que tenemos que hacer entre todos, es verdad. Pero la gran amenaza que tenemos no solo en España, sino en Europa y en resto del mundo, que tenemos como política de la mentira, es la propagación de la información de forma muy rápida y no reflexionada, y segundo, los que se aprovechan de mensajes sencillos fáciles para ganar votos pero no para mejorar el país.

¿España es un territorio de naciones culturales o de culturas basadas en el nacionalismo?

Bueno, tenemos un gran patrimonio cultural, y yo no reniego del arraigo, de lo tradicional, de la artesanía, como un valor fundamental que creo que potencia a nuestro país. El gallego o el galleguismo no es menos español, el catalanismo no es menos español, el andaluz no es menos español. Es la suma de todo lo que hace España. y creo que es importante que destaquemos y que no tengamos complejos a la hora de reivindicar nuestro arraigo porque al final es lo que nos hace ser parte de un imaginario común que nos une como nación.

Y al final eso también tiene que ver con que no tengamos reparos a la hora de reivindicar a nuestros grandes. Yo por ejemplo desde el Ayuntamiento de Madrid estoy destacando figuras como Galdós, nacido en Canarias, Pardo Bazán, gallega, pero no por eso, figuras que tuvieron su vida en Madrid. Y creo que por ejemplo el Gobierno de España perdió el año pasado la oportunidad de reivindicar la gesta de Elcano, de la ruta de Magallanes, o de Hernán Cortés.