Con el Día Internacional de los Museos a la vuelta de la esquina (este año se celebra el 18 de mayo), las posibilidades que Aragón ofrece en cuanto a su riqueza museística son muchas. Aunque la mayoría de estos centros expositivos se encuentran en las grandes ciudades (Zaragoza, en este caso), la Comunidad esconde al menos cinco museos que son únicos. Los motivos de esta exclusividad son distintos en cada uno y visitarlos es la mejor forma de descubrir eso que les hace tan especiales.

1. MUSEO DE LAS MOMIAS DE QUINTO

Uno de estos espacios es el Museo de las Momias de Quinto. Situado en la citada localidad de la Ribera Baja del Ebro, a media hora de Zaragoza, es el único de España de estas características. Se ubica en la antigua iglesia de La Asunción, también conocida como ‘el Piquete’. Después de 30 años en desuso, se recuperó el edificio para albergar una exposición de 15 cuerpos momificados de hace 250 años, encontrados en el subsuelo de la localidad. 

Las entradas para visitarlo se adquieren a través de la web del museo y el precio general es de 7 euros. Está abierto los fines de semana, con visitas los viernes y sábados a las 10.00, 11.30, 16.00 y 17.30; y los domingos, solo por la mañana. 

2. MUSEO DEL AZAFRÁN, EN MONREAL DEL CAMPO

En toda España los museos dedicados al azafrán se pueden contar con los dedos de una mano. Uno de ellos está en Aragón, en la localidad turolense de Monreal del Campo. Esta tierra es famosa por el cultivo del oro rojo de las especias, tan codiciado como aderezo gastronómico.

Tal es su tradición que Monreal dedica un museo al azafrán, no solo para dar a conocer su riqueza, sino también para salvaguardarla. Durante muchos años, su cultivo fue el principal motor de la economía de toda la comarca del Jiloca. En la muestra se recogen más de 150 piezas donadas por vecinos de Monreal que se empleaban durante todo el proceso.

Se puede visitar de martes a sábado, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00; y los domingos y festivos solo por la mañana. La entrada general cuesta 2 euros y el museo está en la segunda planta de una antigua casa solariega de finales del siglo XVII situada en la plaza Mayor del pueblo.

3. MUSEO DE LA BRUJERÍA, EN TRASMOZ

Es el único pueblo que sigue estando excomulgado en España y de eso tiene la culpa su relación con la brujería desde tiempos inmemoriales. Se trata de Trasmoz, una localidad de la comarca de Tarazona y el Moncayo que anualmente entrega un premio a la bruja del año y otro a la honorífica. Como no podía ser de otra forma, una estatua de forja con la silueta de una bruja recibe a visitantes.

Antiguamente, había en la localidad un museo dedicado íntegramente a estos seres pero ahora, los restos de este Museo de la Brujería se pueden ver en el interior del castillo de Trasmoz. Actualmente, el recinto está cerrado a visitas pero para grupos organizados se puede contactar con los responsables por correo electrónico (castillodetrasmoz@hotmail.com).

4. MUSEO DEL PAN EN LA HOZ DE LA VIEJA

El Museo del Pan, en la localidad turolense de La Hoz de la Vieja, es un homenaje a la vida rural. Su afluencia apenas ronda las 70 visitas anuales, lo que también es parte de su encanto. El lugar escogido para esta muestra no podía ser mejor, ya que se trata del antiguo horno del pueblo, en desuso desde los años 50 del siglo pasado. 

Quienes llegan hasta esta pequeña localidad de las Cuencas Mineras incluyen en su visita el acceso a un museo en cuyo recorrido se pasa por las distintas etapas de la fabricación del pan. Así, se puede aprender desde cómo llegaba el trigo del campo a la mesa hasta, en general, de qué forma se vivía en el medio rural a mediados del siglo XX. 

En España hay menos de diez museos dedicados al pan y uno de ellos está a poco más de una hora en coche desde Zaragoza. Para visitarlo hay que contactar con el 677 74 87 25.

5. MUSEO DEL JUGUETE DE ALBARRACÍN

Quizás Albarracín no haya pasado a la historia por su Museo del Juguete. El espacio tiene una dura competencia con el resto del conjunto de un pueblo que es atractivo de por sí. Aun así, este centro expositivo es un punto de interés más para el turista que llega a este famoso pueblo turolense. 

El museo se sitúa en una sencilla casa del barrio del Arrabal de Albarracín. Pasear por su interior es hacer un recorrido por la historia del juguete. La colección expositiva recoge desde antiguas piezas de hojalata, madera o cartón hasta las primeras producciones de plástico en serie.


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Durante mayo, junio, noviembre y diciembre, el museo se puede visitar los sábados de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00, y los domingos solo por la mañana. En julio y septiembre, sus puertas se abren también entre semana, excepto los lunes; y en agosto se puede acceder todos los días. El precio es de 3,50 para adultos y de 2 euros para niños.

El Museo del Juguete de Albarracín comparte temática con otro en Aragón, el de Urrea de Gaén aunque actualmente sigue cerrado por la pandemia.