En 2020, más de 150 personas con discapacidad intelectual y en riesgo de exclusión encontraron empleo a través de la agencia de colocación de Atades. A través del Programa de Experimental para Jóvenes desempleados, la entidad social fomenta la integración en el mercado laboral de colectivos vulnerables. 


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La firma de convenios con empresas que valoran incorporar a sus plantillas a personas con discapacidad intelectual es clave en ese proceso. Además, en la Agencia de Colocación de Atades se encargan de estudiar los perfiles de los demandantes de empleo para encontrar las mejores oportunidades laborales para cada persona.

Para formar parte de este programa es necesario cumplir una serie de requisitos, como ser menor de 30 años y estar dado de alta como demandante de empleo. También se requiere estar inscrito en Garantía Juvenil, una iniciativa europea del SEPE que facilita el acceso de jóvenes al mercado laboral. 

Junto con estos requisitos, el programa de empleabilidad de Atades se dirige exclusivamente a personas con discapacidad, en riesgo de exclusión social o víctimas de violencia de género. 

Si el usuario da el perfil, los profesionales de  la Agencia de Colocación de Atades estudian las necesidades de cada aspirante de forma personalizada. En algunos casos, la vía hacia la reinserción social será el acceso al mercado laboral. En otros, el paso previo podría ser el retorno al sistema educativo.

Cada persona tiene un itinerario propio, con actividades y formaciones encaminadas a mejorar las condiciones de empleabilidad y su futura incorporación al mundo laboral.


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“Con Atades es posible” es el lema con el que se anima a estos jóvenes desempleados en situaciones especiales a que traten de acceder al mundo laboral. Los beneficios que para estas personas supone acudir a diario a su puesto de trabajo van más allá de la retribución económica. Socialización, integración, autoestima… En estos casos, el enriquecimiento de estar empleado no solo se cuenta en euros. 

BENEFICIOS PARA LAS EMPRESAS

La clave para la empleabilidad del Programa de Experimental para Jóvenes desempleados se basa en gran medida en los convenios que Atades firma con empresas. Y es que el acuerdo no solo beneficia al empleado, sino también al empleador.

“Incorporar a las plantillas a personas con discapacidad intelectual o en riesgo de exclusión mejora el clima laboral y sensibiliza al resto del equipo”, inciden desde Atades. Además, la imagen de la empresa mejora con este tipo de acciones de Responsabilidad Social Corporativa. 

Por otro lado, en un plano más práctico, las empresas donde trabajan personas con estos perfiles tienen preferencia a la hora de acceder a concursos públicos. “Favorece la competitividad y se proyecta una imagen de preocupación por los problemas”, añaden. 

Las empresas que forman parte del programa de empleo de Atades tienen acceso a una bolsa de trabajo con varios perfiles profesionales. Además, la relación no termina una vez que la persona se incorpora al puesto de trabajo. Desde la entidad social se realiza un seguimiento del nuevo empleado para facilitar su adaptación. 


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Formar parte de esta iniciativa de Atades supone, además, recibir asesoramiento sobre las ventajas y beneficios fiscales que supone contratar a personas con discapacidad. 

El éxito de este programa lo respaldan las cifras. En 2019, más de 120 personas de los citados colectivos encontraron un empleo a través de esta iniciativa. El año pasado, pese a la crisis sanitaria, lo hicieron más de 150.